Aunque parezca mentira, seis de los once titulares del FC Barcelona ante el Atlético de Madrid, más del 50%, eran canteranos. Sí, ya se, diferentes tipos de canteranos, puesto que Oleguer llegó al Barça de la Gramenet ya crecidito, Iniesta fue fichado del Albacete o Messi vino de Argentina, pero canteranos al fin y al cabo. Si contamos los dos cambios, Bojan y Giovanni, tenemos que casi un 70% de los jugadores de uno de los equipos más potentes y que mejor están jugando de Europa han salido de los equipos inferiores del club. El Milan y el Manchester, por poner dos ejemplos, jugaron ante la Lazio y el Wigan con sólo dos titulares ‘fabricados’ en su propio taller.
El dato, ya de por si demoledor, da pie a plantearse muchas cosas si tenemos en cuenta que estamos hablando de un club que puede permitirse y tiene la filosofía de ir a buscar a los mejores jugadores del mundo. Es decir, que un club de perfil medio o bajo juegue con una mayoría de canteranos es loable y hasta lógico, pero que lo haga un candidato a la Liga y la Champions refleja que, como el título de este post indica, invertir en la cantera es un negocio rentable.
Porque, cuánto dinero costaría ahora mismo fichar a Puyol de otro equipo si por Gaby Milito se pagaron 20 millones de euros? E Iniesta? Cuánto pagarías por él? Y por Leo Messi? Cuál sería el coste ahora mismo de un futuro Balón de Oro? Y, aunque dispusieras el dinero, crees que el club hipotético que tuviera a Messi lo vendería?
Cada vez tengo más claro que, en el modelo del fútbol actual, si se quiere tener a un crack de talla mundial hay que ficharlo entre los 16 y los 23 años. Luego, probablemente, ya no podrás contratarlo porque estará en un club grande que no lo soltará y, si lo vende, será a precio de oro. Es el caso de Henry, al que el Arsenal ha dejado ir rozando la treintena, tras aprovechar sus mejores años y en el ocaso de su carrera, a cambio de unos 24 millones que Arséne Wenger ha invertido en algunos de los jóvenes con más talento y futuro del continente.
Es evidente que sacarle rendimiento a este tipo de política no es tan fácil. Más bien al contrario. Si soy el secretario técnico de un grande y voy a fichar a Gaby Milito tengo muchas más opciones que me salga bien que ir a buscar a un jugador desconocido de 23 años del Auxerre, como Bacary Sagna, el último fichaje de Wenger para su defensa. Acertar con este tipo de política implica tener una gran red de ojeadores, un elenco de entrenadores capacitados, unas instalaciones en condiciones, un buen ojo y, sobretodo, la valentía para hacer jugar a estos futbolistas en su etapa clave de formación. Por eso defendía en el post de ayer que si Giovanni y Bojan tienen la calidad suficiente para estar en este equipo, deben disponer de más minutos, hay que ser atrevidos con ellos, independientemente de su DNI.
Pan para hoy, hambre para mañana
Tener claro que hay que invertir dinero en algo que no dará frutos hoy, ni mañana, ni probablemente el año que viene no es tan fácil en un mundo en el que se vive al día y la paciencia está en desuso. El RCD Espanyol, por ejemplo, está recibiendo ahora el premio al buen trabajo que viene haciendo con su cantera en los últimos años, hasta el punto de convertirse en la mejor estructura de fútbol base de Catalunya, muy por encima del FC Barcelona. Las comparaciones son odiosas, lo sé, pero el punto álgido de este cambio de papeles se vivió la temporada pasada, cuando el Espanyol B se mantuvo holgadamente en Segunda B y el Barça B bajó a Tercera, y cuando el juvenil A albiazul quedó campeón de Liga a 17 puntos del azulgrana.
Precisamente porque el Barça es uno de los grandes equipos de Europa que está jugando con más canteranos, porque el fútbol base ha dado diamantes de la talla de Leo Messi, Andrés Iniesta, Carles Puyol o Víctor Valdés, resulta aún más dolorosa la dejadez con la que se ha tratado a la cantera en los últimos años. Hoy todo el mundo habla de Josep Guardiola y que el Barça B está en la zona alta de Tercera División, pero yo he visto un par de partidos del equipo esta temporada y el único jugador al que le he visto detalles interesantes es a Víctor Vázquez, por no mencionar que el delantero centro que ficharon del Zaragoza, Emilio Guerra, tiene 25 años. Espero que los que vienen por detrás, como Gai Assulin o Thiago Alcántara, me hagan tragar mis palabras, pero me temo que esta mala gestión se va a pagar en el futuro.