«No entraba en nuestros planes jugar tan mal… Simplemente ha ido así»
– Terry Venables (exentrenador del Barça y de Inglaterra). Alguien ha planeado alguna vez jugar mal?
– Terry Venables (exentrenador del Barça y de Inglaterra). Alguien ha planeado alguna vez jugar mal?
El domingo pude ver el Manchester United-Tottenham de la Cup inglesa y me acabé de dar cuenta de una pregunta que me rondaba subreptíciamente por la cabeza. Con 1-1 en el marcador el partido estaba abierto. Los de Álex Ferguson dominaban, pero el Tottenham podía sorprender en cualquier contra. El resúmen del partido a partir de aquél momento podría ser: balones a Cristiano Ronaldo, Cristiano Ronaldo desborda por la derecha, Cristiano Ronaldo aparece por el medio, Cristiano Ronaldo marca de penalti el 2-1, Cristiano Ronaldo sentencia con el 3-1… El Manchester United, huelga decirlo, tiene un gran equipo, pero quién tira del carro? No responderé para no herir la inteligencia de nadie.
Ahora traslado la misma pregunta al FC Barcelona. Quién tira del carro esta temporada? Quién ha asumido los galones de Ronaldinho, que en su peor versión la temporada pasada marcó 18 goles y mantuvo al equipo vivo en la Liga hasta el final y a un paso de la final de Copa? Messi? Iniesta? Eto’o? Puyol?
Me parece incuestionable que Ronaldinho ha tirado del FC Barcelona durante los últimos cuatro años. Y no me refiero a base de casta, que para eso ya estaban otros, sino futbolísticamente. El brasileño, a pesar de su eterna sonrisa y de su escasa mala leche, ha sabido asumir la presión y ejercer de líder futbolístico del equipo, de imán para recibir balones cuando un partido estaba complicado e incluso de crack decisivo en muchos momentos clave, como el 2-1 al Milan en el último minuto, el 2-0 al Werder Bremen en un partido a vida o muerte o el 1-0 que eliminó al Chelsea en el camino de París, por citar algunos ejemplos. Cuando el verano pasado arrancó la lapidación pública de Ronaldinho, con el beneplácito de la junta directiva, supongo que alguien debía pensar que serían Eto’o o el recién llegado Henry quienes asumirían este rol. Yo tengo desde hace tiempo mis dudas sobre la capacidad del camerunés, aunque hay que reconocerle que este año a lesión le ha perjudicado, mientras que Henry sí que fue un referente en el Arsenal, pero hace tiempo: la última temporada se la pasó en blanco y Arséne Wenger ya dio el timón a jugadores como Cesc o Hleb. Además, acaba de llegar a Can Barça y aún no ha escalado peldaños en la jerarquía del equipo, pese a que todo el mundo se lo ha pedido a gritos.
Con Deco lejos de su mejor forma, otro jugador llamado tirar del carro en Can Barça es Leo Messi. El argentino empezó de una manera muy prometedora, asumiendo este rol y lanzando incluso los penaltis, pero bajo mi punto de vista le faltan dos cosas para ser el líder natural del equipo: continuidad (ya expliqué en un extenso artículo que su complexión le ‘invita’ a sufrir lesiones musculares) y su falta de ‘mala leche’, de irreverencia o carácter que han tenido en su momento jugadores estelares como Johan Cruyff, Maradona o Cristiano Ronaldo, por poner un ejemplo más cercano. Ahora bién, creo que Messi es quién más cerca está de poder ser ese líder natural en lo deportivo en un futuro no muy lejano del Barça.
Sea como sea, es indiscutible que ahora mismo el Barça carece de un referente, de un buque insígnia que resuelva los partidos o, como mínimo, aparezca en los momentos clave. Me imagino que la junta directiva ya se ha dado cuenta de su gran error y el domingo pasado Joan Laporta ya pidió a los medios que dejaran de ensañarse con Ronaldinho, cuando hasta el momento se le ha dicho de todo y nadie ha objetado nada. Consecuencias? Giro radical en el Sport, en muchos aspectos la voz oficial del club, que hasta el momento ha puesto a parir a Ronnie siempre que ha podido y el brasileño que sigue a lo suyo. Supuestamente entrenando al máximo para llegar a los partidos clave aunque, personalmente, sigo pensando que nunca volveremos a ver vestido de azulgrana a ese brasileño desequilibrante y capaz de atemorizar a la desfensas con su simple presencia.
El 1-1 de Bilbao fue el más claro ejemplo de la zozobra en la que vive el Barça, en la que un chaval de 17 años tiene que sacar las castañas del fuego y, cuando las cosas van mal y el rival empata en el tramo final, todo el mundo se mira pero nadie aparece. Puyol se desgañita gritando sin conseguir que a Xavi y Messi les bulla la sangre y Deco la toma con sus compañeros cuando lo primero que debe hacer es asumir el mando del equipo.
La Liga, para el que no lo tenga aún claro, está perdida. Y no por los nueve puntos de diferencia, que son remontables en una vuelta, sino por el estado anímico de unos y otros. Porque el Barcelona deberá jugar al filo del precipicio y sin margen de error en cada partido y porque en el Madrid el problema es que hay muchos que quieren tirar del carro (Sergio Ramos, el deshauciado Raúl, el renacido Robinho… hasta Casillas!). Y si queréis una muestra de que incluso Frank Rijkaard prefiere pensar en la Copa que en la Liga preguntaros por qué no jugó en San Mamés Gaby Milito, el mejor jugador de largo del Barça esta temporada.
Desde el lunes se ha podido ver en toda la prensa deportiva una unanimidad total a la hora de condenar los pitos a Giovanni Dos Santos en el partido ante el Rácing de Santander. Supongo que es lo qe queda bién de puertas para afuera, pero no estoy nada de acuerdo con esta lectura. Vaya por delante que soy de los que nunca pitan al equipo en el Camp Nou porque creo que es una cosa que nunca suma, sinó que resta, pero también debo reconocer que algún reniego se me ha escapado y que entiendo que determinada gente se desahogue pitando a algún jugador.
En primer lugar debo decir que la afición del Barça no es tonta, para nada. Los medios muchas veces se creen capaces de manipular el entorno con campañas a favor o en contra de un determinado jugador, pero la gente que va al campo tiene su propia opinión y no es tan fácilmente influenciable. Lo vimos hace poco, en plena dilapidación de Ronaldinho, cuando la grada se hartó de corear su nombre, o más recientemente con Deco. Puede que los aficionados azulgrana sean (seamos) fríos, analíticos o poco dados al ánimo gratuito, pero no son (somos) tontos ni, normalmente, injustos con nadie.
No estoy de acuerdo con la afirmación que no se debe pitar a un jugador por el hecho que sólo tiene 18 años. También por eso es tratado con mucho más mimo y se le permite mucho más que a los demás. Esto no implica que un futbolista pueda hacer absolutamente lo que le venga en gana y buscar, descaradamente, su lucimiento personal por encima del colectivo. Tengo que recordar, porque yo estaba allí, que no hubo ensañamiento con Giovanni, que no se le pitó desde el primer minuto y que no se castigaron sus fallos, sinó su reiterado egoísmo en acciones en las que tenía a compañeros mucho mejor situados y buscó la individual. Siempre he defendido que los jugadores que tienen uno contra uno, deben probarlo aunque a veces eso implique fallar más que los demás, pero todos los que entienden un poquito de futbol saben que no puedes jugártela sistemáticamente y la diferencia que hay entre un desborde para crear superioridad para el equipo y un regate o un disparo para el lucimiento personal.
Giovanni Dos Santos es un caso extraño. Estrella en las categorías inferiores, pasó sin pena ni gloria por el Barça B con el que, no debemos olvidarlo, acabó bajando a Tercera División. Como este año no podía jugar en esta categoría y no quería ir cedido, su entorno apretó para que ingresara en el primer equipo. Su buenísima pretemporada y un Gamper ante el Inter de Milán en el que se salió hicieron saltar todas las comparaciones con Leo Messi, pero creo sinceramente que todo aquello le ha perjudicado seriamente. Tampoco le ha ido nada bién el cambio de representante, ya que ahora sus asuntos los lleva Pina Zahavi, un magnate israelí empeñado en llevárselo a Inglaterra. Haced repaso y veréis que en pocos meses su nombre se ha vinculado al Manchester United y, especialmente, al Chelsea, entrenado por Avram Grant que es de nacionalidad… israelí. Bingo! Yo no tengo la certeza de qué busca exactamente Giovanni y su entorno, pero lo intuyo. Lo que está claro es que su rendimiento está yendo claramente más a menos en los últimos meses imbuido en un egoísmo evidente. No digo que Giovanni sea un mal jugador ni que no pueda llegar a serlo, ya que tiene características interesantes como el desborde y, sobretodo, la capacidad de desmarque vertical, pero creo que coincidiréis conmigo en el hecho que está tan empeñado en hacer la jugada del siglo en cada balón que toca que está perdiendo incluso la capacidad de hacer lo sencillo: dar un pase a un compañero y desmarcarse.
– Andrés d’Alessandro (centrocampista del Zaragoza). Pues tú ya llevas dos en cinco meses…
Soy de los ‘enfermos’ que han ido a los dos últimos partidos en el Nou Camp, pese a que el día (martes y domingo) y la hora (nueve de la noche) lo desaconsejaban. Creo, sin embargo, que con el Barça nunca te puedes fiar y, si puedes, debes acudir al campo, porque siempre ves cosas nuevas y porque, por ejemplo, también fui solo hace casi un año a ver un Barcelona-Getafe de Copa y puedo presumir de que vi en directo el gol maravilloso que Messi marcó a lo Maradona.
Ahora bien, aún con eso, que me gusta analizar los partidos tácticamente y que soy de los que defiende que el Barça a veces debe jugar más práctico, la verdad es que hacía tiempo que no me aburría tanto viendo al equipo, incluso en los partidos malos del año pasado. Ya sé que hay bajas importantes como Eto’o, Touré o Messi y que Ronaldinho está desaparecido mental y físicamente, pero la sensación que me queda es que este equipo ha perdido la magia, la chispa que lo hacía diferente a otros. Giovanni está empeorando partido tras partido, ahogándose en su individualismo y tratando de arreglar cada error con otro aún más grande, Bojan tiene chispazos, pero está muy verde y Henry está mejorando, pero creo que tendría que dar mucho más de lo que está dando, sobretodo en el uno contra uno. En el centro del campo, Deco aporta algo más que Xavi, pero está lejos de aquél jugador decisivo y con llegada de otras temporadas, Gudjohnsen es trabajador pero poco desequilibrante y sólo Iniesta es capaz de saltarse el guión y romper un partido con una jugada individual, aunque jugando de pivote pierde capacidad de resolución, Con todo, qué lujo debe ser para un entrenador tener un jugador como él, que cumple con un 8 o un 9 en cada posición en la que le ponen.
La sensación que no va a pasar nada
El Rácing demostró ayer en el Nou Camp que no está donde está por casualidad, sino que es un equipo trabajado tácticamente y difícil de desmontar, como ya comprobaron los azulgrana en la primera vuelta. Ayer, el balón tardaba horrores en ir de un lado al otro en el campo, con lo cual ni los laterales podían crear superioridad ni los extremos (?) tenían unos contra uno fáciles, por mucho que cuando los tuvieron casi nunca los aprovecharon. La sensación era que, salvo el error en el córner, el Barça no marcaría, tal como el día del Sevilla, y eso es algo que no sentía desde hace tiempo. Os acordáis de aquellos partidos en los que en cualquier jugada podía llegar un gol? Si a eso le sumamos que el Barça sigue impecable en defensa, aunque Silvinho juegue por Abidal para dar mayores variantes ofensivas, a los aficionados ya no nos queda ni siquiera el ‘canguelis’ tan típico en el Nou Camp cada vez que el rival pisaba área.
Al principio de la temporada ya señalé en el artículo del ‘bunker team’ que el Barcelona se estaba blindando atrás. Me parecía un buen punto de partida, siempre y cuando mantuviera la capacidad de desequilibrio y sorpresa arriba que le había caracterizado en los últimos años, algo que esperaba que llegaría con los partidos y la recuperación de jugadores como Eto’o o Ronaldinho. Con el paso de los partidos la tendencia se ha acentuado, pero a la inversa. El equipo de Frank Rijkaard ha adquirido tics de los grandes conjuntos italianos como la seriedad impecable en defensa o el acierto a pelota parada (hace años ver un gol de córner en el Nou Camp era como un milagro), pero en cambio ha perdido aquella magia que le hacía diferente e imprevisible. Los cinco primeros minutos de Leo Messi fueron como una foto en color sepia de aquellos tiempos, un ligero ‘déja vú’ que no tuvo continuidad en el partido.
Ser el equipo menos goleado de la Liga está muy bien, pero no garantiza títulos. Y si no, que se lo pregunten al Getafe y al FC Barcelona, que la temporada pasada fueron los equipos menos goleados con 33 dianas. Un Getafe, por cierto, que estaba entrenado por Bernd Schuster, que ayer salió sin recibir ningún gol del Vicente Calderón, en el desplazamiento sobre el papel más difícil que le quedaba esta temporada. Ya llevo semanas diciendo que allá él el se quiera consolar con la cantinela de que el Madrid gana sus partidos a golpe de suerte, pero que el alemán le está dando un equilibrio espectacular a los blancos y que están allí, desde luego, por méritos propios.
Después de analizar los cinco peores fichajes, le toca el turno a los que a mi entender son los cinco mejores aciertos, teniendo en cuenta otra vez la relación precio pagado-rendimiento. Llegados ya al final de la primera vuelta ya se puede valorar los mejores y los peores fichajes de esta temporada que se han hecho por parte de los 20 clubes de Primera.
5. Gabriel Milito (FC Barcelona).Hay poco riesgo en el fichaje de Gaby Milito, cierto. Ya llevaba años demostrando su calidad y su liderzago el Zaragoza, que ha acusado sobremanera su marcha, y en la selección argentina, pero es que los 20 millones pagados por él se me antojan muy poco si a cambio tienes uno de los centrales más duros del mundo, pero a la vez de los que mejor es capaz de sacar la pelota desde la defensa. Serio, con pocos fallos, muy técnico, con carácter, con gol… se puede pedir algo más? Ha jugado 1319 minutos en 15 partidos de Liga, es titular indiscutible para Frank Rijkaard y ha marcado un gol.
4. Diego Forlán (Atlético de Madrid). Como Milito, fichar a Forlán no supone apenas riesgo, pero lo es si a cambio estás desembolsando mas de 21 millones de euros y debe ser el sustituto ni más ni menos que de Fernando Torres. Con su fichaje y el de Raúl García el club colchonero, especialista en los últimos años en traspasos absurdos, ha acertado de lleno y, junto al ‘Kun’ Agüero, el primer bingo atlético, están formando la columna vertebral de un equipo ciertamente interesante. Forlán ha jugado 1304 minutos de Liga repartidos en 16 partidos y ya suma 7 goles. Todo un seguro de gol.
3. Giuseppe Rossi (Villarreal). Ya tenía un buen cartel en Inglaterra, pese a que llegó demasiado jóven al Manchester United y debutó con apenas 17 años, y en Italia, dónde ha sido internacional en casi todas las categorías, pero Giuseppe Rossi era un verdadero desconocido en España. Pagar 10 millones de euros por un delantero de 20 años era una apuesta arriesgada, pero el Villarreal ha dado en el clavo: 8 goles en apenas 869 minutos jugados lo avalan. Su juventud, los seis años por los que ha firmado y sus detalles de delantero italiano de aquellos con futuro y carácter, auguran un gran negocio para el ‘submarino amarillo’.
2. Seydou Keita (Sevilla). El enésimo descubrimiento de Monchi. Fichado este verano del Lens francés por la (ahora) irrisoria cifra de cuatro millones de euros. Le costó entrar en un equipo ya hecho y con buenos mediocentros como Martí, Maresca y un excepcional Poulsen, pero a la que se ha asentado ha justificado con creces su fichaje y ha realizado partidos memorables. Mezcla clásica de fuerza y técnica del fútbol africano actual, Keita ha jugado 16 partidos como titular en Liga, 1474 minutos y ha marcado un gol (golazo) ante el Real Madrid en su mejor partido con la camiseta del Sevilla.
1. Dani Güiza (Mallorca). En el Getafe los enchufaba a pares, pero no supieron valorarle ni retenerle y acabó firmando este verano por el Mallorca por apenas cinco millones de euros. El acierto de los baleares en su incorporación es incuestionable: Ha jugado 17 partidos como titular, 1420 minutos y marcado 9 tantos, una cifra que me parece astronómica, jugando en un club que viene de sufrir la temporada pasada como el Mallorca. Su inicio de temporada ha sido tan redondo que incluso ha estrenado internacionalidad con España y suena para algunos de los clubes ingleses de la zona alta de la tabla.
Qué os parece a vosotros? Cuál sería vuestra lista de los 5 mejores fichajes de la temporada o los candidatos entrar en ella?
– Terry Butcher (central inglés internacional), algo liado sobre la historia bíblica de David y Goliath
Llegados ya al final de la primera vuelta es el momento de valorar los mejores y los peores fichajes de esta temporada. No se trata de decir quiénes son los cinco peores jugadores que han llegado a España, sino las peores inversiones, relación precio-rendimiento, que se han hecho por parte de los 20 clubes de Primera.
5. Riganó, Storari, Savio, Cirillo (Levante)… Vale, no es un único jugador y soy consciente que la economía del Levante no está para tirar cohetes, pero los fichajes de los ‘granota’ han sido demenciales. Jugadores acabados como Savio, desconocidos y tremendamente malos, indignos de la Primera División… Hay muchos futbolistas nacionales en Segunda División o canteranos de otros equipos de Primera mucho mejores y que hubieran resultado mucho más baratos que los que han condenado al Levante al fracaso estrepitoso.
4. Aquivaldo Mosquera (Sevilla). Un desconocido que llegaba a España procedente del Chivas mexicano. Todo el mundo estaba predispuesto a alabar otro nuevo descubrimiento del infalible Monchi y los 8 millones de euros pagados por él le convertían en uno de los fichajes más caros del club. A la hora de la verdad nos hemos tropezado con el primer gran patinazo del secretario técnico del Sevilla. Sólo ha jugado 643 minutos, siete partidos como titular, ha tenido actuaciones horrendas y se ha mostrado como un central aparatoso y torpe en el manejo del balón.
3. Thiago Motta (Atlético de Madrid). Parecía difícil colocar (deportivamente, me refiero) a un jugador como Motta, eterna promesa azulgrana cuya carrera estaba salpicada de expulsiones, misteriosas desapariciones de los entrenos y repetidas salidas nocturnas. Sin embargo, el Atlético tragó pese a contar en el centro del campo con perlas como Raúl García y jugadores bregados como Maniche. Cierto que sólo pagó 4 millones de euros, pero me parece dinero tirado por un jugador que, encima se lesionó a las primeras de cambio.
2. Arjen Robben (Real Madrid). Vaya por delante que creo que Robben, en forma, es uno de los extremos más desequilibrantes del mundo, pero está claro que, tras una temporada plagada de lesiones en el Chelsea, su fichaje no estaba nada claro y, ni mucho menos, por 36 millones de euros. En su contratación influyó mucho la enésima negativa de Kaká y, tras recaer constantemente de sus lesiones musculares, sólo ha podido jugar 260 minutos en Liga. Sigo pensando que es un muy buen jugador y sólo tiene 23 años, pero el Madrid tiene suerte del rendimiento que están ofreciendo otros delanteros, porque sinó caerían muchos ‘palos’ de la prensa por el despilfarro por un jugador con semejante historial de lesiones.
1. Manuel Fernandes (Valencia CF). Cuando lo ficharon del Benfica me resultaba completamente desconocido. Debe ser bueno o tener mucha proyección si pagan 12 millones por él, pensé. Cuatro meses después y con 397 minutos jugados en cinco partidos, Fernandes ejemplifica la mala temporada y la planificación deficiente del Valencia. Se ha marchado cedido al fútbol inglés tras protagonizar un escándalo en una discoteca. Que esto sea lo más remarcable que ha hecho en España dice mucho sobre su rendimiento.
Qué os parece a vosotros? Cuál sería vuestra lista de los 5 peores fichajes de la temporada o los candidatos entrar en ella?
La atención que suelen dispensar los equipos grandes a la Copa ha sido en los últimos años inversamente proporcional a su trayectoria en la Liga. Me explico. Mientras el Barça ha dominado sin paliativos la competición de la regularidad, ha tirado sistemáticamente la Copa con alineaciones absurdas, derrotas ante equipos de Segunda B e incluso remontadas y ridículos inaceptables como el del año pasado en Getafe. Este año, sin embargo, a nadie se le escapa que lo de la Liga está muy cuesta arriba, que la Champions es como una ruleta en la que no basta jugar bien para ganar y que la Copa puede ser una tabla de salvación de otra campaña sonrojante para un equipo con semejante potencial.
El Real Madrid, en cambio, afrontó la vuelta ante el Mallorca sin buena parte de su artillería y jugadores clave como Van Nistelrooy, Raúl o Robinho se quedaron de entrada en el banquillo. Lógicamente, no es que Bernd Schuster quisiera que su equipo perdiera, pero dio la sensación que tampoco le iba mal una eliminación para poder centrarse en la Liga y la Champions. Un día antes, en Barcelona, el conjunto azulgrana había afrontado la vuelta de los octavos de final como si de una eliminatoria decisiva de Champions se tratase. Rijkaard alineó todo lo que tuvo a mano y planteó un partido serio y minimizando los riesgos, idéntico al que le dio el pase a la final de París ante el Milan (1-1 en la ida y 0-0 en la vuelta en el Camp Nou). Entonces nadie se quejó, por el potencial del rival y por la alegría de vernos levantando la anhelada copa en Saint Denís, pero esta vez la eliminación del Sevilla ha sido acogida con cierta decepción.
Vaya por delante que soy de los que defiendo que un equipo, por técnico que sea, debe ser capaz de adaptarse a estas situaciones y tirar adelante este tipo de eliminatorias. Si el rival es el que necesita marcar, pero te está esperando para que cometas un error, por qué arriesgar? Otra cosa es que creo que el Barcelona, aún teniendo en cuenta todo esto, está obligado a algo más, por equip, tradición y por jugar en casa. No puede ser que se limite a transitar por el partido con un 0-0 y con el riesgo de encajar un gol del Sevilla en cualquier acción aislada.
El partido ante el Sevilla, como casi todo en la vida, me dejó casi tantas lecturas positivas como negativas, pese a que hacía tiempo que no me aburría tanto viendo un partido del Barça. Entre lo bueno me quedó con la gran solidez defensiva que ha adquirido el equipo con los fichajes de Abidal y Milito. El lateral volvió a comerse a Navas, como hiciera en el partido de Liga, y el central volvió a dar un recital de salida de balón, colocación y contundencia. También Iniesta demostró ser un jugador total, brillando pese a los mareantes cambios a los que le sometió Rijkaard.
Y aquí empiezan las lecturas negativas del duelo. En primer lugar el técnico se equivocó en su planteamiento, situando a Iniesta por la banda izquierda y Henry por el centro, dónde está demostrando menos capacidad de hacer daño que arrancando desde la izquierda. Poca gente se fijó en estos movimientos tácticos, pero yo, que me aburría como una ostra en el campo, pude ver a Iniesta bajar al centro del campo, Gudjohnsen pasar al extremo y acabar en el centro para que Henry pasara a la izquierda. Resultado? Iniesta que estaba entrando bien por el carril tuvo que pasar a hacer la faena sucia, Gudjohnsen acabó tan desquiciado como el año pasado cuando jugaba de ariete y Henry no fue el de las grandes ocasiones. Profundidad cero en ataque. El único que no permutó posiciones fue Giovanni, que empieza a escamarme un poco. El mexicano me recuarda a Iván de la Peña en el sentido que cada vez que toca la pelota quiere hacer una jugada de aquellas que sale en los záppings. Está tan empeñado en hacer lo difícil que incluso se está olvidando de lo fácil y el partido que hizo ante el Sevilla volvió a ser mediocre. Otros aspectos preocupantes fueron la aterradora cantidad de balones no forzados que perdió Márquez en el pivote, pese a que defensivamente estuvo impecable, y la facilidad con la que Diego Capel se fue de un Zambrotta cuyas franjas azules de la camiseta cada vez son más negras.
El capítulo de decepciones coperas lo completan el Espanyol, que en cuatro días ha bajado de su nube blanca (y azul), y ha visto rota su racha en la Liga y se ha visto apeado de ‘su’ Copa. El Athletic tiró de casta y superioridad numérica para volver a instalar el fantasma de los penaltis entre la afición ‘perica’. Un apunte: no entiendo cómo un jugador tan poco técnico como Torrejón puede ser el encargado de chutar el quinto y decisivo penalti.
– Johan Cruyff (exentrenador de fútbol y jugador de golf)