Mi equipo de fútbol sala, líder de su Liga, se enfrentaba ayer a un equipo de la zona media de la tabla que es uno de los menos goleados del campeonato. Éramos los claros favoritos y ellos venían en cuadro, por lo que no podíamos fallar, y, aunque empezamos jugando bién, no había manera de perforar su defensa. Rebotes, palos y paradones del portero hicieron que la primera mitad acabara 0-0 y al inicio de la segunda todo siguiera igual. Nosotros estábamos bién, pero el resultado era adverso para nuestros intereses. Ante una situación así tienes dos salidas, o desquiciarte, perder lo bueno que estás haciendo y cometer errores, o bién seguir concentrado, mantener tu nivel y confiar en que si haces las cosas bién, los resultados llegarán.
Me he permitido esta licencia personal para tratar de ejemplificar como veo la situación actual del FC Barcelona. Un análisis rápido y frío a los números nos indica que los azulgrana han sumado un punto más en la primera vuelta que el año pasado, han marcado dos goles menos y han recibido cuatro menos. Es decir, son los números del líder del 2006. Unos números que además se producen teniendo en cuenta que Eto’o apenas ha jugado, que Henry ha estado renqueante de la espalda, que Ronaldinho está desaparecido mentalmente y que Messi se ha perdido los últimos partidos por lesión. Es cierto que se han cometido errores tácticos y de planficación y que hay jugadores que no están al nivel de otras temporadas, pero también es cierto que hay muchos puntos para la esperanza de cara al futuro: la confirmación de Dos Santos y, especialmente de Bojan, como cracks en ciernes; el acierto impresionante con el fichaje de Gaby Milito, uno de los mejores centrales del mundo, la recuperación de Gudjohnsen en el momento en que se le ha puesto en su verdadero sitio o la solidez defensiva que ha ganado el equipo con Abidal en el lateral y Touré en el pivote defensivo.
Con todo, también es innegable que el Barcelona afronta la segunda vuelta con siete puntos de desventaja sobre el Real Madrid y que a día de hoy parece una utopía recortar esta distancia. Hay que tener en cuenta que los blancos han firmado la mejor primera vuelta de la historia y que son el mejor líder de las principales ligas europeas, con unos registros por encima del potente Manchester United, que ha perdido tres partidos y ha empatado otros tres, y sólo igualados por el Inter en Italia, que ha empatado cuatro encuentros y no ha perdido ninguno. No voy a caer en el error de atribuir el gran momento del Real Madrid a la suerte ni le voy a restar méritos, pero creo que también resulta innegable que su nivel de juego tampoco da para unos números tan extraordinarios. Resta pensar, pues, que los de Bernd Schuster, por lógica, estadística y juego, van a empeorar sus registros en la segunda vuelta, por lo que es importantísimo que el FC Barcelona puede mantener su nivel actual. Desquiciarse o cambiar de sistema y convicciones ahora porque el Real Madrid ha hecho una primera vuelta para quitarse el sombrero no puede llevar a nada bueno.
Por cierto, al final ganamos el partido de fútbol sala por 2-0 😉