Llevo días haciendo la misma pregunta a todo el mundo y aún no he recibido la misma contestación dos veces: Tu crees que el Barça está haciendo una buena o una mala temporada? Antaño hubiera sido fácil llegar a una respuesta, pero esta campaña se está tornando una misión imposible en la que cada uno dice la suya movido a veces por el último resultado de los azulgrana o incluso del Real Madrid.
También llevo días enfrascado en la lectura de Las Benévolas, la primera y sorprendente novela de Jonathan Littell que llegó a España precedida de un éxito unánime de la crítica europea. A través de los ojos de Maximilien Aue, un oficial de las SS, el autor describe la cruenta lucha que los alemanes sostuvieron con los rusos en el frente oriental durante la Segunda Guerra Mundial. Lo que resulta más chocante de la obra no son las atrocidades que describe, que pueden llegar a remover las entrañas del lector más duro, sino el relativismo con el que el autor enfoca la situación. Una de las muchas lecturas finales es que no existe el bien o el mal absoluto, lo bueno o lo malo, el blanco o el negro, sino que incluso actos tan condenables pueden enfocarse desde perspectivas diversas que dan lugar a interpretaciones diversas.
Este mismo relativismo aplicado a la situación del Barça nos da lecturas muy diferentes. Por ejemplo, el equipo no está jugando tan bien como en otras temporadas, pero sus números y su eficacia son mejores. El Barça lleva 12 partidos sin perder (desde la visita del Real Madrid) y cierra febrero vivo en todas las competiciones, por lo que la lectura es inmejorable. Ahora bien, es cierto que en la Liga está a cinco puntos del líder, que el Real Madrid aun tiene la paella por el mango y debe recibir al Barça en casa y que los azulgrana han ganado sus últimos partidos con muchos apuros (el gol de Xavi ante Osasuna, una primera parte horrible en Sevilla, un penalti más que dudoso ante el Zaragoza…). Los cracks no acaban de aparecer, el vestuario parece desunido… Lectura? Temporada horrible o en vías de serlo. Misma situación, dos lecturas diferentes… y válidas.
Reconozco que plantarme aquí y apenas mojarme, como hizo Johan Cruyff en la entrevista de ayer en TV3, sería tan cómodo como cobarde, así que voy a ir un poco más allá tratando de ser lo más aséptico posible (gracias Littell). El Barça está demostrando una gran solidez defensiva esta temporada, lo cual le está permitiendo salir vivo de batallas físicas y partidos complicados como el del Sevilla o el del Zaragoza. Futbolísticamente, va con la gasolina justa, algo que se debe fundamentalmente a la intermitencia de sus jugadores llamados a ser determinantes. Los problemas físicos o psicológicos de Eto’o, Messi, Ronaldinho y Henry han afectado lógicamente al equipo en su zona ofensiva, algo que debe solucionarse ahora que vuelven (o parecen) a estar los cuatro a punto. A poco que se mejore arriba, si el equipo mantiene su seriedad atrás y Valdés sigue incomensurable, hay muchas opciones de ganar títulos. El equipo no ha ganado nada aún, es cierto, pero tampoco lo ha perdido. El Real Madrid no está jugando tan bien como parecen indicar sus números, pero tampoco lo está haciendo nada mal, tiene la paella por el mango y sólo él puede perder la Liga.
Creo que nada de esto es discutible y sí lo son las posiciones que cada uno pueda tomar a partir de su optimismo, pesimismo, forofismo o estado de ánimo puntual. Yo voy a creer en el equipo porque quiero hacerlo y porque soy del Barça, pero la posición contraria me parece totalmente legítima y tan fundada como la mía. Quizás lo único ilegítimo de todo este post sea analizar tan fríamente algo tan pasional como el mundo del fútbol. Puede ser. Bueno, en realidad es relativo.