Grande Barça

De los 16 equipos que han disputado los octavos de final de la Champions League sólo uno, el FC Barcelona, tiene prácticamente garantizado su pase a cuartos. Su rival, ciertamente, era uno equipo de segunda fila europea, pero también el Chelsea se enfrentaba al Olympiacos y no fue capaz de pasar del 0-0. Ganar fuera en la Champions nunca es fácil y el Celtic venía precedido por una racha europea de cuatros años sin perder en el Celtic Park, donde esta misma temporada hincó la rodilla, por ejemplo, el vigente campeón de Europa.

Más allá del resultado, lo mejor fue la verdadera exhibición de fútbol que hizo el conjunto azulgrana. Hacía meses que no veía jugar tan bien a los de Frank Rijkaard, que acertó de lleno con la alineación. El técnico pudo disponer por fin de toda su artillería y lo hizo sin condicionantes, poniendo sobre el campo a aquellos que más lo merecen. En el lateral derecho Puyol tendrá sus limitaciones, pero hace más cosas positivas en un partido que Zambrotta en cinco; en el centro del campo Xavi ha sido salvador en los únicos partidos, pero Iniesta está un paso por encima. Incluso en ataque el técnico le mandó un recado a Eto’o. Si el niño mimado del presidente estaba tan cansado como para no jugar en Zaragoza, tampoco vale para la Champions. Es lo bueno de tener una plantilla como esta. Antes, hubiera jugado sí o sí.

barcaceltic02.jpg El FC Barcelona empezó el partido haciendo exactamente lo que debía para inutilizar la fuerte presión del Celtic: mover con velocidad y precisión la pelota. Curiosamente, cuando por fin pudimos ver al Barça de los mejores momentos de Rijkaard, lo vimos en su máxima expresión, es decir, con errores defensivos incluídos y el Celtic marcó en su primer centro al área. Para mi, la gran virtud que tuvo ayer el Barça es jugar con mucha confianza. Ni siquiera tras el gol zozobró y al minuto ya estaba combinando de nuevo, con preciosas paredes y pases de tacón incluídos. A los dos minutos llegó el gol de Messi, bellísimo tras una pared con Deco, y las ocasiones se sucedieron una tras otra. Cuando mejor jugaba el Barça llegó el 2-1 en otro balón a la olla que se comió la defensa azulgrana. Parecía imposible que con semejante recital los de Rijkaard estuvieran perdiendo, pero así se llegó al descanso.

Por suerte, el Barça siguió a lo suyo y a los siete minutos Henry, que ayer no brilló mucho pero hizo un partido realmente inteligente, se sacó de la manga un golazo magistral. Faltaba rematar la faena y el Barcelona lo logró en la recta final con el gol de Messi, que ayer calló las bocas a los que le criticaban por llevar más de dos meses sin marcar. Tanto el argentino como Ronaldinho brillaron especialmente, pero gran parte del mérito fue del centro del campo (aquella línea que criticó recientemente Johan Cruyff) y especialmente de Deco. Touré estuvo sensacional e Iniesta en su línea, pero el portugués se sacó de la manga un partido casi perfecto, moviendo el balón constantemente de banda a banda del campo y permitiendo a los extremos recibir con espacios. Y ahí Messi y Ronaldinho, que no está a su mejor nivel pero ayer demostró que es imprescindible aún en fase de recuperación, son letales. Es a partir de ahora, con todo el equipo en liza, los lesionados recuperados y la artillería ofensiva preparada, cuando vamos a poder juzgar realmente a este Barça del que repito que si mantiene el buen tono defensivo, que ayer no tuvo, puede hacer cosas muy grandes.

Un partidazo, pero…

Pero, como todo en la vida, al partido se le puede poner un ‘pero’, muy pequeño, pero a tener en cuenta: pese al partidazo que realizó, para mi de 0-5 o más, ‘sólo’ ganó por 2-3. Los azulgrana se vieron dos veces por debajo en el marcador y solucionaron la papeleta gracias a su aplastante superioridad, pero ante un rival de más enjundia, tipo Milan o Chelsea, estos dos fallos te pueden costar una eliminatoria. Es en cierta manera lo que le pasó al Real Madrid en Roma. Los blancos hicieron méritos para algo más, pero dejaron escapar un partido que tenían a huevo con el 0-1 a los seis minutos y pagaron muy caros sus dos errores defensivos. Pese al 2-1, yo los sigo viendo como favoritos, pero deberán extremar las precauciones en el Bernabéu. También los pesos pesados de la competición han puesto los cimientos para estar en cuartos. El Manchester salvó un resultado para mi peligrosísimo (1-0) en Lyon gracias al gol de Tévez en el minuto 87, el Chelsea ‘tiró’ el partido de Grecia esperando resolver la eliminatoria ante el Olympiakos en casa y el Milan sacó un empate del campo del Arsenal. Los ‘rossoneri’ se limitaron a encerrarse atrás y se pusieron el mono de faena ante un Arsenal que dominó, pero no mató. Si el Barça hubiera hecho un partido como el del Milan en Londres, ahora estaríamos diciéndole de todo a los de Frank Rijkaard, pero para ganar una Champions a veces hay que saber jugar partidos de este tipo. Lo digo para futuras eliminatorias.

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