Domingo, 26 de febrero. El despertador ha sonado a las 6,15 y a las 6,45 ya he recogido a Jesús, que va acompañado de Mercè, para llegar con tiempo a Barcelona y encontrar pàrking. Nuestro tercer compañero de entreno, Sergi, no ha podido venir ya que durante la semana ha recaído de un resfriado. Ya hace meses que cada domingo quedamos para hacer entre 24-30 km casi siempre por montaña. Por mis clases en el gimnasio, no tengo mucho más tiempo para entrenar, así que no he preparado específicamente la Mitja, haciendo series o con los días de descanso pautados. Aún así, noto que he mejorado y eso me da confianza. Los objetivos, esta vez, son bajar de 1h30′ y, en segundo lugar, intentar superar los 1h27’44» de Vilanova, que supuso mi mejor marca personal.
Ya hace tiempo que he dejado de obsesionarme con el tiempo en carrera y corro por sensaciones. Al fin y al cabo, si estás bien físicamente, el tiempo irá a mejor, y el resultado final puede estar condicionado por muchos factores, como el lugar de salida, la altimetría de la prueba. La de Barcelona es muy plana, pero la salida es multitudinaria, despistarte al principio y hacer un primer kilómetro a 5′ puede marcarte para el resto de la carrera. Como estoy en el segundo cajón (1h25′ a 1h40′), salgo bastante fuerte para dejar atrás aglomeraciones, por debajo incluso de 4′. El único punto que me preocupa es la subida al Paral·lel, que recuerdo del km. 40 de la Maratón. Sorprendentemente, lo que recordaba como una cuesta no es más que una leve inclinación que no me hace bajar el ritmo. Paso los 5 km. en 20’29» y en este punto veo que puedo correr bien rozando los 4′ por km. En Gran Via incluso me disparo y hago algunos km. por debajo, marcando 19,58» entre el 5 y el 10 y pasando por el 10.000 muy cerca de mi mejor marca.
Todos estos imputs me van animando, pero por momentos sufro algo de vértigo pensando que quizás voy demasiado rápido. Temo hundirme y que todo lo que he ganado lo pierda en el tramo final y entre el km. 12-13 sufro algo más de la cuenta. acercándome más a los 4’10». El punto que más temo en una mitja es el 14. Ya llevas una hora corriendo y aún te quedan 7 km por delante. Me concentro, pues, en llegar al 15 sin seguir perdiendo tiempo (mi estrategia es mantenerme cerca de 4′) y veo que a, partir de ese punto y apretando un poco los dientes, puedo volver a los 4′. La buena noticia es que a estas alturas no me duele tanto las piernas como en Vilanova e incluso puedo apretar un poco más. Calculo mentalmente y veo que puedo bajar de 1h27′, así que hago un último esfuerzo.
Al final marco 1h25’46», mejor marca personal y dos minutos menos que en Vilanova, lo que me deja muy satisfecho. Lo mejor, sin embargo, es que pese a acabar al límite, no lo hago bloqueado de piernas, como en la última Mitja, sinó que tengo la sensación que podría seguir corriendo un rato más. Buena señal de cara a la Maratón, para la que falta un mes. Numéricamente, quedo el 634 de unos 13.000 participantes, lo que supone estar el 5%, más o menos, y una media de 4’04». Mención especial para Jesús, que se marca un 1h21’44» y acaba el 300. Les entrenos están funcionando :)
Te lo he dicho ya muchas veces, pero sois unos megacracks!!! Muy buena cursa los 2. Montes volverá con ganas de venganza.
Moltes felicitats megacrack!!
No sé quin és el vostre secret però en cada cursa em sorpreneu més i més.
Seguiu en aquesta línia, la Marató ja s’apropa nois!!