La historia de la Half Trail Costa Daurada es bastante curiosa. Nuestro compañero de entreno Sergi Montes se apuntó hace tiempo al Ultra de 90 y a mi me hacía ilusión estar a su lado cuando acabara. Me plantee ir a esperarlo por sorpresa en la mitad, pero es complicado sin cuadrar la logística. Hablando con Jesús, el otro compañero de fatigas, salió la posibilidad de hacer el Trail, de 46 km., y si estábamos bien al acabar desandar unos kilómetros y acompañarlo al final o, a las malas, esperarlo en la llegada.
Total, que estuvimos dos semanas engañándolo y nos dirigimos hacia Prades, en un fin de semana en el que avisaron que bajarían las temperaturas, pero alucinamos al encontrarnos a las 9AM con 2 grados bajo cero! De ahí, en autobús a Vilaplana, la mitad de la Ultra, de donde salíamos nosotros a las 12 y donde por suerte lucía el sol y la temperatura era más benevolente. Esa parte la había entrenado con Sergi un día en el que fuimos y estaba cayendo una nevada espectacular. Sabía que se arrancaba con una subida muy fuerte, de unos 600 metros positivos en 3-4 kilómetros, y por eso quise apretar, para evitar los embudos típicos del principio. La verdad es que salí fuerte, intentando pulsar el nivel de una carrera que me pensaba que sería más asequible, pero rápidamente hubo cuatro o cinco corredores que se escaparon. Llegué arriba de La Mussara bien, pero en la bajada me empezaron a pasar corredores como flechas. Yo bajaba confiado, pero ellos eran más técnicos y tampoco quería arriesgar demasiado.
En los primeros 20 kilómetros me colé un par de veces de recorrido. No puedo decir que estuviera mal marcado, pero tampoco excesivamente bien, aunque la culpa fue más mía que de nadie. No es excusa. En una de ellas me pasó otro corredor de Vilanova, Ricard Belaskoain, que me sorprendió ver tan bien. Estaba bien clasificado, pero con mucha gente pisándome los talones. Seguí apretando y a partir del 18-20 empecé a recuperar posiciones, especialmente en la exigente subida a Mont-ral. Allí paso a 4-5 chicos, uno de ellos completamente extenuado, y llego arriba cansado, pero bien clasificado. A partir de ahí paso mis peores momentos. Me siento cansado, me pregunto si no me habré pasado con el ritmo inicial, me cuelo una vez en una bajada que luego tengo que desandar subiendo y veo que me pasan dos corredores y, para colmo de males, empieza a nevar copiosamente. Me tapo como puedo y alucino ante la que cae durante unos 45 minutos, en la bajada tengo rampas en la cara interior de los muslos y debo parar un par de veces. Sin embargo, intento abstraerme disfrutando de la belleza del paisaje nevado y logro ir recuperando sensaciones y llegar al avituallamiento de Capafonts, a 12 de la meta.
Llevo una buena media de tiempo, cercana a las 6 horas finales que preven para el ganador, pero sin embargo sé que no voy entre los cinco primeros ni de coña. En el avituallamiento hago un ‘reset’. Me hidrato bien, me tomo un gel, lleno el camelback y encaro el último tramo de la carrera. Hay un par de subidas, una bastante dura, pero por suerte es casi todo el tramo por pista y se puede correr bien. Intento no parar, pero algunas subidas las tengo que hacer andando. El cansancio es bastante extremo, pero quiero conservar mi posición. Llegando ya a Prades veo a un corredor cerca de mi y hago un último sprint, pero en la última recta, ya en el pueblo, me equivoco de calle y me pasa. Llego a la meta el noveno con sensaciones agridulces: por un lado creo que he hecho buen tiempo y estoy a apenas seis minutos del cuarto clasificado, pero los errores al perderme y especialmente que te pasen en la última calle del pueblo me hacen pensar que no es una muy buena posición. Pero en fin, al final se trataba de hacer un entreno de calidad y la verdad es que el recorrido era bonito.
Por lo que respecta al resto del equipo, Jesús llegó el 14 a 18 minutos de mi, pero acabó como primer veterano, y la sorpresa a Sergi se fue al traste porque se retiró en el km. 50 cuando iba en cuarta posición. Cosas de los Ultratrails…
Eso de adelantarte en la última calle cuando te has colado en un cruce es de ser TÍO GAÑÁN. Queremos protesta a la federación de ultras. Molt gran Albert.
La verdad es que fue un poco feo, pero la cagué yo…