Así fue la ultra de la Marathon du Mont Blanc

La catalana Anna Comet logró una sufrida y meritoria segunda posición en la Marathon du Mont Blanc, la segunda prueba en la categoría ultra de las World Series de la Skyrunner International Federation, que tuvo lugar el viernes en Chamonix (Francia). La corredora del equipo Dynafit invirtió un tiempo de 12h54′, para completar la carrera de 80 kilómetros con 6.000 metros de desnivel positivo a lo largo del macizo del Mont Blanc. Los ganadores fueron el norteamericano Alex Nichols, con un tiempo de 10h31′, y la nepalí Mira Rai, en 12h32′.

Andy Symonds, Alex Nichols y Franco Colle Photo credit: Albert Jorquera

Andy Symonds, Alex Nichols y Franco Colle Photo credit: Albert Jorquera

IMG_4735

Anna Comet, Mira Rai y Hillary Allen Photo credit: Albert Jorquera

La carrera salía a las 4 de la mañana, en un ambiente muy diferente al del atestado UTMB, pero en la misma ubicación. Comet arrancó fuerte y con valentía, liderando la prueba desde el principio. Por detrás, solo Rai y la norteamericana Hillary Allen le podían seguir el ritmo, ya que la china Dong Li pronto quedó descolgada. La catalana mantuvo ventajas cortas, de entre 5 y 8 minutos, mientras por detrás Rai y Allen corrían juntas en su persecución.
La salida, a las 4 de la mañana Photo credit: Albert Jorquera

La salida, a las 4 de la mañana Photo credit: Albert Jorquera

Valió la pena levantarse a las tres de la mañana para estas vistas Photo credit: Albert Jorquera

Valió la pena levantarse a las tres de la mañana para estas vistas Photo credit: Albert Jorquera

En el Kilómetro 38, en la impresionante presa de Emosson, pude hablar con Anna y me comentó que «quizás había salido demasiado rápido». Aún así, iba bastante fresca e intenté animarla. Allen y Rai llegaron cinco minutos después de ella, siempre muy juntas.
La presa de Emosson. Por ahí pasaron los corredores en el km. 38 Photo credit: Albert Jorquera

La presa de Emosson. Por ahí pasaron los corredores en el km. 38 Photo credit: Albert Jorquera

Hillary Allen y Mira Rai, corriendo siempre juntas Photo credit: Albert Jorquera

Con el paso de los kilómetros Comet empezó a sufrir el cansancio y los problemas intestinales. Se le notaba en la cara en el paso por La Tour (km 54), un sitio con unas vistas espectaculares, pero pese a ello llevaba ocho minutos sobre sus perseguidoras. Eso sí, a Rai la vi sonriendo, muy fresca e incluso saludando.
Anna Comet, bajando a La Tour Photo credit: Albert Jorquera

Anna Comet, bajando a La Tour Photo credit: Albert Jorquera

Mira Rai, bajando muy fresca Photo credit: Albert Jorquera

Mira Rai, bajando muy fresca Photo credit: Albert Jorquera

Pero Anna Comet peleó hasta que en el kilómetro 70 Mira Rai le dio caza en Montenvers. La corredora del Dynafit no pudo seguir el ritmo de la nepalí, que voló hacia la meta de Chamonix, pero aseguró una segunda posición que, combinada con el segundo lugar de Transvulcania, la dejan segunda en la general de las World Series.
Anna Comet, cansada pero contenta Photo credit: Albert Jorquera

Anna Comet, cansada pero contenta Photo credit: Albert Jorquera

En la categoría masculina la carrera fue rara y con muchas alternativas en la cabeza. Franco Colle, Andy Symonds, Alex Nichols y Mickael Passeron, al que penalizaron con una parada de 30 minutos por no llevar el material obligatorio, se alternaron en una carrera que arrancó a un ritmo bajo.
Franco Colle pasó líder por la presa de Emosson Photo credit: Albert Jorquera

Franco Colle pasó líder por la presa de Emosson Photo credit: Albert Jorquera

Colle pasó líder por Emosson, en el kilómetro 38, seguido de Nichols, Passeron, Symonds y Manuel Merillas, que llegó quinto. La mala noticia es que Pablo Villa, que estaba corriendo a buen ritmo entre los 10 primeros, sufría problemas en el diafragma y de cansancio y se retiraba junto a su compañero del equipo Salomon Yan Longfei, con dolores en el tobillo.
Manuel Merillas, pasando quinto por Emosson Photo credit: Albert Jorquera

Manuel Merillas, pasando quinto por Emosson Photo credit: Albert Jorquera

Nichols ya se situó primero en La Tour (km. 54), aunque la nota divertida fue encontrarnos ahí con Emelie Forsberg y Kilian Jornet haciendo fotos y animando a los sorprendidos corredores. Por detrás, Colle y Symonds andaban juntos y Merillas también se retiraría con problemas físicos. Destacar también a Seb Chaigneau, que volvía a competir tras una larga lesión y que, pese a verlo sufrir en mucho momentos, anduvo en el top-10 y aguantó hasta el final pese a descolgarse.
Un fotógrafo... sorprendente Photo credit: Greg Vollet

Un fotógrafo… sorprendente Photo credit: Greg Vollet

Finalmente, no hubo más cambios y Alex Nichols fue el ganador en Chamonix con un tiempo de 10h31′, sucediendo a Luis Alberto Hernando, seguido del italiano Franco Colle y del escocés Andy Symonds, que entraron en meta separados por pocos minutos.
IMG_4667

Alex Nichols, vencedor de la ultra de la Marathon du Mont Blanc Photo credit: Albert Jorquera

Podio español femenino en el Kilómetro Vertical
Por la tarde tuvo lugar el Kilómetro Vertical con una enorme afluencia de público y con la presencia de algunos de los mejores especialistas del mundo, entre ellos Kilian Jornet. En la categoría femenina el dominio estatal fue absoluto, ya que el triunfo se lo llevó la joven y prometedora Paula Cabrerizo, Laura Orgué fue segunda y Maite Maiora, tercera. La vencedora invirtió 41’11» para completar el exigente recorrido y demostró su excelente estado de forma tras proclamarse campeona de España de la especialidad y ser segunda en Zegama. Orgué, vigente campeona del mundo, fue segunda pese a bajar un minuto su marca del año anterior (41’29») en un día en el que «no me tiraban las piernas» y Maite Maiora cerró el podio con 43’30».
Laura Orgué, en pleno esfuerzo en el KV Photo credit: Albert Jorquera

Laura Orgué, en pleno esfuerzo en el KV Photo credit: Albert Jorquera

En categoría masculina Kilian Jornet, que el día antes había estado 24 horas seguidas corriendo para preparar la Hardrock, se lo tomó como un entreno más y llegó arriba sonriendo y saludando. Pese a ello, acabó en séptimo lugar de la general con 36’06» y vio como el ganador, François Gonon, batía su récord con un tiempo de 34’07».
Kilian Jornet, sonriendo y saludando, acabó séptimo Photo credit: Albert Jorquera

Kilian Jornet, sonriendo y saludando, acabó séptimo Photo credit: Albert Jorquera

 

¡Hola Team Duotonic!

Transvulcania del 2014. Kilian Jornet saca un bote como de ketchup y empieza a llenarse unos viales reutilizables de silicona. «Toma, en el avituallamiento del Roque de los Muchachos coges este vial y me lo llenas», me dice. «¿Nada más?», contesto. «Sí, me das el agua y esto. Son geles». Lógicamente, no podía disimular mi curiosidad y después de la carrera, cuando la cosa estuvo más calmada, no dudé en abordarlo y empezar a hacerle preguntas sobre ese condenado bote. Kilian, con su infinita paciencia, me explicó que era un concepto nuevo que había nacido en Francia de la mano de un deportista llamado Dennis Gargaud y que se basaba en conceptos más ecológicos y de eliminación de residuos, especialmente en la montaña. Así, los geles se vendían en botes de 300 ml y luego podías componerte tú mismo las mezclas (directamente en los viales o junto con agua). Tenías tres tipos de compuesto: ISO (más isotónico), Malto (de carga previa de hidratos) y Recup (más pensado para después del ejercicio y la recuperación). Así fue mi primer contacto con Duo Tonic.

kilian(1)

Curiosidades de la vida, hace unos meses contactó conmigo Marc, de Duotonic España, y me propuso si estaría interesado en probar los productos y quizás entrar en el Team Duotonic. La verdad es que de entrada me mostré algo reticente y escéptico. En primer lugar, yo no soy un deportista profesional y eso de «ir de patrocinado» me viene muy grande. Por otro lado, los geles son algo muy particular y hay muchas marcas que no me entran, no me gustan o directamente me sientan fatal. Además, yo siempre he ido con los geles de toda la vida, en envases, y lo de llenármelos yo mismo, llevar el vial… No sé, llamadme tradicional, pero suponía un cambio de chip importante. Pero por deferencia y educación, lo mínimo que podía hacer era probarlo y dar una respuesta.

Empecé con el ISO de frutos rojos, llevándolo en el vial y tomándolo directamente en entrenos. De entrada, el gusto es espectacular, muy bueno, y la textura bastante líquida hace que no sea tan pesado de tragar como otras marcas. Luego, perfecto en cuanto a digestión y, en cuanto a rendimiento, no noté una mejora espectacular (faltaría más!), ni disminución. O sea que bien. El tema del vial me parecía engorroso al principio, pero no tiene más historia que ponerlo en un bolsillo de la mochila o del pantalón S-Lab que suelo llevar para entrenar. Me quedaba probarlo en una carrera y la primera que hice fue la Talaia (de 25 km). Llené el vial hasta arriba, lo que me permitía llevar el equivalente a dos geles, me lo puse en el pantalón y lo tomé en el km. 15 y en el 20. Y otra vez el rendimiento en la carrera fue bueno, mejor que el del año pasado incluso saliendo de una lesión. Ninguna molestia intestinal y buenas sensaciones al final de la carrera. Bien.

IMG_3137

Poco a poco me iba haciendo con la costumbre de preparar mis geles y empecé a experimentar. En algunos entrenos más largos mezclaba el ISO con el Malto (del mismo gusto, lógicamente) para buscar una mayor cantidad de hidratos de carbono junto a la hidratación y sales, y también empecé a mezclar el ISO con agua directamente en los soft flask. Otra prueba que me interesaba hacer era dejar de tomar la suplementación en polvo de después de los entrenos y usar únicamente el RECUP de Duo Tonic, que por cierto es de vainilla o chocolate y buenísimo de gusto. En todos los casos, las sensaciones fueron buenas. Ahora ya estoy en fase experimentación total y probando nuevos gustos como el de ‘caramel beurre salé’, una frikada con gusto de caramelo que no está nada mal mezclado con agua, o el de melocotón (muy francés), aunque me sigo quedando con el de frutos rojos, que es sencillamente espectacular.

20141203-Duo-Tonic-Productos-Todos-Foto-General

Y así, plenamente convencido, llamé a Marc y le dije ‘OK’. Luego ha venido el resto: entrar a formar parte del Team Duotonic en el que hay corredores estratosféricos como el propio Kilian, Aurelien Collet o Silvia Trigueros; usar sus productos, llevar una pequeña publicidad en la ropa… Como digo, a mi todo esto me viene grande. Yo estoy a años luz de toda esta gente y mi punto de vista es el de un corredor amateur, como los miles que cada fin de semana tratan de divertirse y hacerlo lo mejor posible en la montaña o en cualquier carrera de pueblo. Eso sí, estoy muy orgulloso de formar parte de una marca pequeña, pero con unos valores éticos muy sólidos como el fair play, el desarrollo sostenible y el respeto a la naturaleza, especialmente en lo que concierne a su política de no dejar residuos ni envases en la montaña. Algo que muchos corredores saben y tienen muy interiorizado, vayan con la marca de nutrición que vayan, pero que otros muchos olvidan para ensuciar de manera inadmisible nuestro entorno.

Como usuario entiendo que Duotonic supone un cambio de chip importante: el de gastarte 16 euros en un bote y 6 en un vial de entrada parece mucho, pero a cambio tienes 12 geles y la posibilidad de combinar varios tipos para buscar el rendimiento que más te conviene según la carrera. Otros puntos a favor son un gusto y una composición muy naturales, algo que se hace complicado de encontrar en algunos geles, y la comodidad de no tener que llevar encima los papeles una vez usados hasta que puedas tirarlos. De momento, el único ‘pero’ que le he encontrado es que los botes no se puedan subir a una maleta en un avión, ya que exceden el máximo permitido, y debes embarcarlos. En lo restante, sobretodo en el rendimiento durante entrenos y carreras, me está funcionando y estoy muy contento de formar parte de esto. Ya os iré contando 😉

Corrent cap a l’impossible

Ara fa més o menys un any, quan vaig acabar la Ultratrail del Mont Blanc vaig viure una de les situacions més contradictòries de la meva vida: mentre molta gent em felicitava i em tractava com una mena de superheroi, jo em sentia més fràgil i vulnerable que mai. Havia patit tant, havia arribat tant al límit, que em sentia qualsevol cosa menys especial. De fet, no em cansava de respondre que si ho havia fet jo, qualsevol ho podia fer, però tothom em mirava com un boig.

 

foto23pag104(baix)

 

Mentre tractava de posar en ordre els meus pensaments, un es va anar imposant per sobre de la resta: havia d’explicar el camí que havia seguit per arribar fins allà. Feia mesos que havia contactat amb l’editorial Cossetània per plantejar-los la possibilitat de fer un llibre sobre trail i, sorprenentment, no m’havien rebutjat el projecte, però jo no em sentia preparat i no havia fet cap més pas. Ara ho tenia clar: no volia fer un llibre sobre mi, ja que no sóc cap atleta d’elit i la meva història no li interessa a ningú, sinó sobre aquest camí vital que et duu a preparar-te per a un repte de tanta magnitud. I com aquest camí et canvia la vida a còpia d’esforç, sacrifici i d’anar superant limitacions autoimposades.

Quan començava a córrer em vaig adonar que el món de les ultratrails és molt complex, però que gairebé no hi ha literatura ni informació al respecte. Òbviament vaig llegir els llibres d’en Kilian Jornet, de l’Scott Jurek i un del Dean Karnazes que em va impactar especialment. Són obres sobre atletes espectaculars i molt motivadors, però aviat em vaig adonar que no en podria extreure gaire cosa: parlen sobre guanyar curses i el 99% del corredors al màxim al què aspirem és a acabar-les. Les nostres realitats són molt diferents. Aleshores em vaig plantejar escriure el tipus de llibre que m’hauria agradat llegir quan començava a córrer per la muntanya.

 

10659321_1473145166299067_169831767886083340_n

 

El procès va ser dur i curiosament molt semblant a fer una ultra: primer no era més que un somni, un dia em vaig atrevir a plantejar-ho i quan em van dir que sí em va entrar el vertígen. Més d’una vegada vaig pensar en renunciar, que no estava prou preparat o que potser el llibre no li interessaria a ningú. Però també sabia que a la vida t’has d’arriscar si vols aconseguir determinades coses i que si no ho feia, si no ho intentava, m’ho retreuria sempre. Durant mesos vaig buscar entrevistes a corredors a internet, vaig investigar la història de les grans curses del planeta, vaig contactar amb gent de tot el món, vaig entrevistar grans corredors com en Kilian Jornet o la Núria Picas i vaig tenir llargues converses privades amb atletes com en Tòfol Castanyer, l’Iker Karrera o el Miguel Heras. Hores i hores de converses fascinants entre apassionats d’aquest esport que em van descobrir magnífiques històries de superació personal, anècdotes i també grans decepcions.

 

Captura de pantalla 2014-09-30 a les 9.08.51

 

Fotografies d’en Jordi Saragossa

Una de les coses de les que estic més orgullós és de poder comptar amb les fotografies d’en Jordi Saragossa, per a mi el millor fotògraf de trailrunning del món i un gran amic. Com amb el plantejament del llibre, tenia clar que hi havia d’haver alguna fotografia meva, però que el protagonisme l’havien de tenir altres persones. Buscava imatges que tinguessin un valor artístic per si mateixes. Quan el vaig contactar ni tan sols ens coneixíem i li vaig ser molt franc: o posava les seves fotos, o segurament no n’hi hauria cap. En Jordi va dir que sí que li agradava el projecte i que endavant, sense haver parlat de condicions econòmiques. Ell és un gran exemple del tipus de gent que hi ha al voltant d’aquest esport: gent humil, tot i ser veritables cracks, gent apassionada, que li encanta el trail, i gent que no es mouen per diners, sinó per sensacions o per allò que els fa feliços. Crec sincerament que només per les seves brutals fotografies, el llibre ja val la pena.

 

Foto12pag97(dalt)

 

Un llibre per al corredor amateur

En definitiva Corrent cap a l’impossible no és un manual d’entrenament, és una aproximació a aquest apassionant esport a partir dels grans professionals, però sempre pensant en el corredor amateur, que al cap i a la fi som la majoria. Hi ha molts consells sobre entrenament, alimentació, preparació d’una ultra, gestió de la cursa, aspectes mentals, motivació… però presentats d’una manera divertida i fàcil de llegir, amb molts exemples i anècdotes. Els meus tres grans objectius eren entretenir, que el llibre fos útil i que motivés al lector, però sempre tenint els  peus a terra i sent molt honest amb un esport en el qual portem el cos al límit. A la vegada, volia reflexionar sobre com preparar-te per a una ultra ens canvia la vida i ens permet adonar-nos de les autolimitacions que moltes vegades ens imposem nosaltres mateixos.

Crec sincerament que el llibre és una gran lectura per a aquells corredors que comencen a córrer por la muntanya o somien fer una ultra algun cop a la seva vida. A la vegada, amb la història de curses com l’Ultratrail del Mont Blanc, la Transvulcania, la Badwater o la Western States, entre moltes d’altres, espero haver aportat prou informació nova per a entretindre a aquells corredors més experts. Per últim, també m’agradaria sorprendre a aquelles persones que no coneixen el món de les curses de muntanya, un esport on m’he trobat gent interessantíssima, i no només com a esportista, però a la vegada molt humil i amb uns forts valors personals. De fet, és això, la gent, el què fa veritablement diferent un esport que des de fora pot semblar córrer, córrer i córrer, però que és molt més que això. És un viatge interior que ens permet enfrontar-nos a les nostres pors i créixer com a persones. Encara que sigui corrent cap a un impossible.

 

15998446

 

 

Un Kilian Jornet de leyenda gana la Hardrock 100 y pulveriza su récord en 42′

¿Se imaginan una competición que Leo Messi quisiera jugar y no pudiera hacerlo porque no entra en el sorteo? Pues justo eso es lo que le había pasado a Kilian Jornet en los dos años anteriores con la Hardrock 100, una de las carreras más duras y emblemáticas de los Estados Unidos con sus 160 killómetros, 10.000 metros de desnivel positivo y una cima de 4.280. Por eso, la prueba que tiene lugar en Silverton (Colorado) aún no figuraba en el extenso palmarés del que ya es el mejor corredor de ultradistancia de la historia… hasta hoy. El corredor del Salomon International Team se ha impuesto con una autoridad insultante con un tiempo de 22h41′, con más de 2h30’ de ventaja sobre el segundo y, no contento con ello, ha batido en 42’ el récord de la prueba.

10382177_10152501964072114_9160209714835814888_n

Los que conocen a Jornet sabían que la Hardrock le hacía especial ilusión porque no la había corrido nunca y porque es mucho más ‘alpina’ que la mayoría de citas americanas, habitualmente más pisteras y planas. Sin embargo, su actuación a vuelto a asombrar a propios y extraños, liderando la carrera desde el principio y manejándola a su antojo. Desde ayer viernes a las dos del mediodía lo hemos podido ver sentado tranquilamente cambiándose los calcetines tras cruzar un río o asegurando que llevaba un ritmo “muy muy cómodo» en el primer cuarto del recorrido. Por entonces ya iba líder con algunos minutos de ventaja sobre Julien Chorier, seguido de Seb Chaigneau, que acabaría abandonando con una severa hipotermia. El catalán, avituallado por toda una campeona del mundo como Anna Frost, se lo pasó en grande con las tradiciones de la carrera, bebiendo incluso un poco de tequila y un sandwich en uno de los avituallamientos. Chorier seguía a su caza, varios minutos detrás, con la ayuda de un ‘pacer’ (un compañero que puede acompañarte y marcarte el ritmo), mientras Kilian cargaba con unos palos para superar el tremendo ascenso al Engineer’s Pass.

Captura de pantalla 2014-07-12 a les 11.02.30

La sorpresa relativa llegaba cuando Jornet y Chorier aparecían juntos en la milla 54 y parecía que había carrera, aunque uno de los responsables del avituallamiento del catalán explicaba que había esperado a Chorier porque “estaba cansado de ir solo”. A partir de ahí, sin embargo, empezó la verdadera carrera del corredor del Salomon. Su compañero de equipo Rickey Gates empezó a hacerle de liebre, pero pese a ir mucho más fresco, no pudo seguir su altísimo ritmo y lo acabó dejando. En el siguiente punto de control, en la milla 63, Jornet ya tenía 12 minutos sobre Chorier. A partir de ahí la diferencia se fue alargando de forma abismal y en la milla 72 ya estaba en 33’. A partir de ahí aumentó todavía más su ritmo con lo que sus tiempos se iban situando por debajo del récord de la prueba, pese a que él bromeaba en algunos puntos de control diciendo que “estoy corriendo rápido para mantenerme en calor, no para batir el récord”.

Captura de pantalla 2014-07-12 a les 15.40.20

Pero lo hizo. Batió el récord en 42’ minutos e inscribió su nombre en el selecto palmarés de la Hardrock 100, una de las pocas pruebas largas del mundo que aún no había ganado. Una gesta más para un corredor que está batiendo todos los registros con una aparente facilidad que resulta asombrosa.

(Fotos via @iRunFar)

Cuenta atrás para la Transvulcania

Artículo publicado en la Web de Mundo Deportivo con una espectacular infografía (no os la perdáis).

Imagen 5

En tan sólo seis años de vida, la Transvulcania Salomon Nature Trails se ha convertido en una de la carreras de referencia el panorama mundial y la de más renombre del estado español. Ubicada en la isla canaria de La Palma, de apenas 47 kilómetros de largo y 29 de ancho, el próximo 10 de mayo transcurrirá a lo largo de 84 kilómetros por el GR 131, conocido popularmente como La ruta del bastón, para enlazar con el GR 130, el Camino real de la costa. Los nombres, aunque pintorescos, no hacen justicia a la belleza apabullante de un recorrido que parte de madrugada del nivel del mar, el Faro de Fuencaliente, para acabar ascendiendo a los más de 2.500 metros del Roque de los Muchachos, la cima de la prueba. En total son 4.415 metros de desnivel positivo a través de bosques, refugios y volcanes por una cresta desde la que se ve toda la isla y que regala a los participantes unas vistas maravillosas.

transvulcani2013-11

Ahora bien, el renombre de la Transvulcania no viene dado únicamente por su recorrido, sino también por el alto nivel de los participantes que suele convocar. Desde que hace dos años entrara en el calendario de ultras de la International Skyrunning Federation, la carrera ha atraído a un elenco de atletas de todo el planeta difícil de ver en una única prueba. Más de 50 profesionales se dieron cita en la edición anterior, que ganaron los corredores de Salomon Kilian Jornet y Emelie Forsberg, y este año ya han confirmado su participación otros ‘pesos pesados’, como Luis Alberto Hernando o Timothy Olson.

11

Pese a estar situada al principio del calendario de ultras, su atractivo y distancia relativamente asequible hace que la mayoría de grandes corredores no quieran perderse la cita, aunque la calor pueda jugar malas pasadas a algunos como Jornet, que llegan a la Palma directamente de su temporada de esquí de montaña. Además del atractivo de los profesionales, la Transvulcania es una gran fiesta popular que el año pasado ya convocó a 1.800 corredores en la distancia de ultramaratón, que este año ya ha cerrado sus inscripciones con la misma cifra.

59

Se mantiene la distancia de media maratón, hasta el refugio del Pilar, y se crean para este 2014 la Maratón, que llega hasta la mitad del recorrido, y el kilómetro vertical, que tendrá lugar el dia 8 de mayo y también forma parte de las Skyrunners World Series. Un total de cuatro citas que convierten durante un fin de semana a la pequeña isla de La Palma y a sus habitantes, tremendamente acogedores y volcados con la carrera, en el epicentro del trailrunning mundial.

 

Material: Las 5 elecciones seguras para correr una ultra

A todos nos ha pasado. En el camino de ir pillando experiencia y adquiriendo material para afrontar nuestras ultratrails o carreras largas de montaña hemos cometido errores y comprado algunas cosas que luego hemos acabado reemplazando por otras más caras y mejores, haciendo un doble gasto. El tema del material para el trailrunning es muy personal y depende de decenas de factores, como nuestro peso y nivel, objetivos, tipo de carrera, horas que pasaremos en ella… Está claro también que es un tema económico y que equiparse desde cero puede ser costosísimo, pero la experiencia me ha enseñado y tengo muy claro que en el material técnico no se puede ahorrar dinero. Y menos cuando a veces va a ser lo único que tengamos ante el mal tiempo, de noche y a 3.000 metros de altura, o teniendo en cuenta que es material que a lo mejor debemos llevar a rastras durante más de 30 horas.

Con este artículo no pretendo sentar cátedra ni decir ‘esto es lo que hay que llevar sí o sí’. Siempre hay alternativas más baratas y que a lo mejor se ajustan más a otro tipo de corredor, pero sí que me ha parecido interesante señalar los cinco elementos a mi entender imprescindibles para una ultra. Los que, de haberlo sabido, me habría comprado desde el principio y me habrían ahorrado diversos gastos intermedios.

Reloj/GPS

Suunto Ambit 2 (precio 549 euros, versión Sapphire)

Captura de pantalla 2014-02-10 a les 8.53.06

Hasta hace poco he sido de Garmin. Empecé con un Garmin Forerunner 310 cuando hacía asfalto y, pese al aspecto tosco y el color naranja, estaba muy satisfecho con su rendimiento. Buena batería, pocos fallos, sencillo e intuitivo… Con el tiempo fui saltando a las ultras y, como tenía la mente puesta en el Ultratrail del Mont Blanc, buscaba un reloj con mucha batería y fiable con el tema de altitudes. Cuando lanzaron el Garmin Fenix no me lo pensé. Me encantaba su diseño y las especificaciones y lo compré el primer día que salió al mercado. Igual ese fue el error, porque al principio me dio muchos problemas, que con las actualizaciones se fueron solucionando, pero nunca he acabado de sentirme cómodo con él. Hace unos meses cambié al Suunto Ambit 2, del que había oído hablar muy bien, y la verdad es que es espectacular: ningún problema o ‘cuelgue’ hasta el momento, pilla los satélites a los pocos segundos de conectarlo, muy rápido en la actualización del track, con lo cual se hace muy fácil e intuitivo seguirlo, facilísimo de configurar… Si a todo esto se le suma una batería de 16 horas (que puede llegar a ser de 50 si reducimos la frecuencia de las actualizaciones), el Movescount y todo lo demás tenemos la apuesta segura en cuanto a relojes GPS para hacer ultras.

Mochila de hidratación

Salomon Advanced Skin S-Lab Hydro (precio 136 euros en Wiggle, versión 5 litros)

Captura de pantalla 2013-12-17 a les 7.28.36

Hay pocas cosas en las que tenga tan pocas dudas como lo que concierne a la mejor mochila de hidratación para ultras. Cuenta la leyenda que el modelo S-Lab nace directamente de las recomendaciones de Kilian Jornet, que empezó a cortar y pegar en una mochila tradicional hasta adaptar una especie de chaleco con todo lo necesario para superar una carrera larga. Aún recuerdo mi primera ultra. La hice con una mochila más bien de excursionismo que tras 18 horas me dejó tremendas rozaduras e incluso un morado a causa del rebote continuado en los riñones. Al día siguiente (bueno, a los dos, porque el día siguiente no me podía ni mover) fui a la tienda y me compré mi primera S-Lab que ya tenía mirada de hace tiempo. No me había atrevido hasta el momento por el precio, pero durante la carrera hubiera pagado lo que fuera por tenerla. Desde entonces, he tenido tres modelos y cada uno es más evolucionado y mejor diseñado. Su punto fuerte, sin lugar a dudas, es su forma y ajuste, en forma de chaleco, que deja los riñones libres y evita rebotes dolorosos. Al principio yo iba con botellas de plástico delante, pero esto también acaba siendo molesto y ha sido resuelto con los soft flasks actuales, donde se puede llevar hasta un litro (además de la camel back). Equipada con todo lo necesario para una ultra (silbato, manta térmica, todo tipo de bosillos…) y con un peso de apenas 720 gramos me parece la apuesta más segura para uno de los elementos más importantes que puedes llevar en una carrera. Para más información, hice un análisis detallado del modelo de 12 litros de la Advanced Skin S-Lab Hydro aquí.

Bastones

Black Diamond Ultra Distance (precio 129 euros en Vertic Outdoor)

Captura de pantalla 2014-02-10 a les 17.07.49Los bastones son aquella típica cosa que empiezas a mirar, ves unos de 130 euros y piensas ‘yo no me gasto eso ni loco’. Pues bien, ya hace un tiempo que tengo unos Black Diamond Ultra y no los cambiaría por nada del mundo. En mi primera ultra realmente larga, el Mític de Andorra, llevaba unos telescópicos normales que costaban de plegar, eran muy pesados y acabaron rompiéndose, aunque por suerte fue en la recta final, a unos 5 kilómetros de la meta. Los bastones no me parece un elemento tan imprescindible para una ultra como lo puede ser la mochila. Yo, en la mayoría de carreras más bien cortas (70-80 km.) no suelo llevarlos porque prefiero correrlas, pero pueden ser un factor imprescindible en carreras muy largas en las que acabarás agotado y andando bastante parte del recorrido final. También son imprscindibles en carreras muy ‘alpinas’ con fuertes subidas o bajadas complicadas. En este sentido, los Black Diamond son espectaculares: ligerísimos, transportables en la mochila cómodamente y facilísimos de plegar y desplegar incluso corriendo. Además, pese a lo que puede parecer, son tremendamente sólidos y difícilmente rompibles si no es que les caemos encima de mala manera. En mi caso el gran test lo pasaron en el Ultratrail del Mont Blanc, donde jugaron un papel clave a partir del kilómetro 120, cuando ya iba muy dolorido de los pies y necesitaba un buen apoyo para evitar caídas en las bajadas. Hay cuatro tallas de van de 10 centímetros en 10 (desde los 100 a los 130) y su peso es de apenas 280 gramos. Sé que hay muchos bastones y que estos son caros, pero son los mejores que he visto con diferencia.

Frontal

Petzl Nao (precio 116,15 euros en Trekkinn)

Captura de pantalla 2014-02-14 a les 13.26.01

La elección de un frontal es una de las que más quebraderos de cabeza puede traer. En mi caso, también aquí pequé de no querer ir a la gama más alta y pasé por las intermedias siendo un verdadero desastre: mi anterior frontal iluminaba muy poco, el ajuste era incómodo, se movía la luz, se te acababan las pilas cuando menos lo esperanas… Al final acabé yendo a parar al Petzl Nao y es una de las mejores inversiones que he hecho en mi vida. Se trata de un frontal con un flujo luminoso de 7 a 355 lúmenes y un alcance que va desde los 9 a los 108 metros. Al contrario que muchos de su especie, cumple con lo que promete y la sensación de iluminación a máxima potencia es alucinante, dando una visión muy global y nítida y evitando el tan molesto ‘efecto tubo o redonda’ que producen algunas de estas linternas. La característica que lo hace único es el reactive lightning, un sensor situado en la redonda superior del frontal que hace que la luz cambie de intensidad en función de si hay luz o no, o si enfocamos cerca o lejos. Eso, que es de una gran utilidad, es a su vez uno de sus puntos débiles cuando se dan circunstancias como niebla o el vaho que produce a veces la calor corporal, ya que vuelve un poco loco al sensor. De todas maneras, es muy fácil cambiar del modo reactivo al fijo y solucionar esta incidencia. El otro punto un tanto débil es la batería, que puede durar entre 3,5 a tope y 8 horas en modo normal, pero de nuevo los señores de Petzl tienen soluciones para todo. Y es que podemos instalar en nuestro ordenador un programa que nos permita configurar los distintos perfiles de uso del frontal y alargar así la duración de la batería (bajando eso sí, su potencia de iluminación). Por último, el frontal permite intercambiar rápidamente las baterías cuando se acaban (para el UTMB yo usé tres, dos de las cuales me prestaron mis amigos) e incluso se le puede poner pilas (eso no lo he probado, la verdad). Si a todo esto le añadimos que, pese a lo que pueda parecer, su sistema de cintas es realmente cómodo y no se mueve ni un ápice, tenemos el frontal definitivo, tanto para entrenos como para ultras.

Camiseta térmica

Lurbel Alaska (precio 39,80 en Triavip)

162g

Quizás el elemento más sorprendente e inesperado de esta lista. En el mercado hay decenas de camisetas térmicas con unas características muy diferentes: más gruesas, más livianas, con cuello alto, con más peso, para frío extremo, para temperaturas un poco bajas… Va bien disponer de varios modelos y tenerlos como comodín según las circunstancias y el clima que nos podamos encontrar. Yo, por ejemplo, tengo una Under Armour muy muy gruesa y pesada con cuello alto, ideal para días con frío extremo, una Salomon Exo Motion que es cara, pero es comodísima, y una Craft que me regalaron. A a veces lo que hago es salir con una en una carrera o llevarla en la mochila y dejar otra más potente a mitad de camino por si las moscas. Ahora bien, la mejor de largo que he probado en relación calidad-precio es la Lurbel Alaska. Se trata de una camiseta que no llega a los 40 euros y que pesa apenas 108 gramos, ideal para tenerla por si acaso aunque en una ultra no se prevea mucho frío. Con todo, no es una camiseta térmica que proteja poco ya que, por ejemplo, es la que usé de noche en el Ultratrail del Mont Blanc y me fue de coña. Fabricada con la tecnología Dryarn, seca realmente rápido y evita el frío por cambio de temperatura cuando estamos mojados. Además, su nivel de protección es bastante alto (cumple con las exigencias térmicas del feel thermo plus) y es ideal como primera capa ligera y de garantías. Además, una vez puesta resulta comodísima, casi como si no la llevaras, aunque mi único ‘pero’ es que el cuello es demasiado abierto y lo deja muy expuesto. Nada que no se puede solucionar con un buff.

  

Final de temporada: experiencias y amigos que me acompañarán toda la vida

Ya está, se acabó. Mi temporada 2013 de ultras ha llegado a su fin. Después de un primer año un tanto experimental, ésta era la primera en la que me dedicaba en serio a este deporte y afrontaba algunas de las mejores carreras del panorama internacional que no había hecho nunca. El objetivo era acabarlas con un tiempo y posiciones dignas y creo que en todas lo he conseguido. No me siento nada del otro mundo, hay mucha gente amateur como yo que es mucho mejor, pero personalmente sí que he cumplido algunos sueños, como acabar el Ultratrail del Mont Blanc. Además, he vivido sensaciones y momentos (buenos, increíbles y también malos) que sé que me acompañarán toda mi vida. Por otro lado, gracias a las redes sociales y a este blog he podido conocer a mucha gente apasionada por este deporte, algunos de los cuales con los que incluso he hecho amistad. Y eso, creo, es lo más importante. Junto a las experiencias, es lo que me va a quedar, más allá de marcas, posiciones o camisetas de finisher.

dorsals

La temporada arrancó en marzo con varias carreras de 50, como la Marxa dels Castells, muy popular, y la Half Trail Muntanyes Costa Daurada. Allí tuve una buena posición (9º) y un buen tiempo (6h20′ para 46 km y 2.850 de desnivel positivo). Una semana después de hacer la Marxa dels Castells (55 km.) corrí la Maratón de Barcelona en la que iba a salir tranquilo, me acabé animando y sufrí como un animal para bajar mi marca en un espectacular… minuto! Jajaja (de 3h11′ a 3h10′). Hablando en serio, he decidido que, por lo menos de momento, no voy a volver a hacer maratones de asfalto (llevo tres), porque no me motivan. No digo que no sean duras y que no puedan ser ilusionantes para otras personas, pero a mi no me dicen nada. Al final se trata de correr como un loco para bajar 3-4 minutos y tampoco entreno bien para eso.

friki2

A finales de abril empezaba la chicha: la Ultratrail Barcelona de 114 km. Ya la había hecho un año y esta vez la iba a correr con Jesús, con quien entreno. El objetivo era acabar ambos y bajar un poco mi tiempo del año pasado (casi 14 horas). La carrera fue infernal por algunos problemas de organización, los tapones al principio, la lluvia y el frío inesperados en esas fechas en el Garraf, pero al final nos salió muy bien: misma posición que el año pasado (14), media hora menos, Jesús acabó conmigo y encima fue segundo veterano de Catalunya (yo octavo de la absoluta). Lo mejor fueron las sensaciones, el acabar más de 100 kilómetros corriendo fuerte y bien de piernas. Eso me animó a ir a la Transvulcania.

165474_10151373314051254_916393190_n

Llevaba un año apuntado a la carrera de la Isla de La Palma. Había visto paisajes y vídeos y me parecía espectacular. No tenía muy claro si estaría recuperado tras la UTBCN y me tocaba ir solo, pero al final me lié la manta a la cabeza y creo que ha sido la mejor carrera de mi vida. Allí conocí a Kilian Jornet y Núria Picas y les propuse hacer la entrevista que más tarde acabaría publicando en Mundo Deportivo y GQ Italia. También conocí a Anthon Krupicka o Timothy Allen Olson y la carrera me fue genial: me había planteado hacer unas 12 horas y llegué en 10h17′ y entre los 100 primeros, en una carrera con 50 profesionales! En la meta casi no me lo creía. Además, la gente de la isla y la Transvulcania son espectaculares,  una prueba que creo que hay que hacer por lo menos una vez en la vida.

paso-por-el-roque-de-los-muchachos-159

La primera parte de la temporada se cerraba con la Volta a la Cerdanya. La carrera me apetecía porque entré en el Projecte Summit de Emma Roca que estudiaba los efectos de los ultratrails en corredores de distinto nivel. Ahí conocí a mucha gente, muy buena, aunque la prueba fue (otra vez) pasada por agua. Cuando acabó de llover la cortaron por el peligro de tormenta y nos quedamos sin subir a La Molina, la parte más interesante a priori del recorrido. Al final fueron 6h31′ para 57 kilómetros y una 19ª posición en la general que no está nada mal, teniendo en cuenta el nivel que había. Pese a que fue un poco engorroso ir directo al hospital sin tiempo de comer, beber, ni ducharme, para hacer las pruebas, la organización y la gente del Summit estuvieron a una grandísima altura.

foto còpia

La segunda parte de la temporada giraba alrededor de un macizo y de una carrera mítica, pese a que apenas lleva 10 ediciones y las tres últimas habían estado marcadas por el mal tiempo y problemas organizativos:  el Ultratrail del Mont Blanc. De hecho, casi todo lo que he hecho en montaña había estado enfocado de reojo a pillar experiencia para lo que era uno de los grandes retos de mi vida. En su momento hice una crónica muy extensa y sincera de lo que llegué a sufrir, vivir y sentir durante esos 170 kilómetros y más de 33 horas, pero creo que refleja un 10 por 100 de lo que pasó. Solo puedo decir que lo logré, que fui uno de los 1.600 afortunados de los 2.500 que lo intentaron que cruzó esa meta de Chamonix de noche y con una gran sonrisa en los labios.

arribada meva

El Ultratrail del Mont Blanc me pasó factura. Si bien a nivel muscular no acabé muy roto, el hecho de trabajar también dando clases de spinning en un gimnasio y que el lunes siguiente al domingo de la carrera ya estuviera dale que te pego no ayuda. No es excusa, me encanta mi faena, pero está claro que cuando haces cosas incorrectas y no descansas, lo acabas pagando. Lo peor fueron los pies, que me hicieron sufrir muchísimo durante la carrera y luego se me quedaron inflamados dolorosamente casi una semana. Estuve prácticamente parado porque apenas tres semanas después hacía la Cavalls del Vent. Esa era otra idea que a priori no podía ser buena, pero iba con Sergi y Jesús, con los que entreno siempre, llevaba años intentando apuntarme y me parece un recorrido espectacular. Creo que es una ultra preciosa, que hay que hacer una vez en la vida aunque sea por etapas, ya que su paisaje y variedad son excepcionales. El hecho de ampliarla este año a 100 kilómetros aumentaba su dificultad y personalmente no me fue nada bien. Arrastré dolor de pies desde el kilómetro 25, llegué al 58 muy tocado y, tras rehacerme un poco, el tramo final fue un calvario. Pese a todo, disfruté con una carrera preciosa y bien organizada, que acabé con un tiempo digno de 16h21′ y la posición 119 de más de 1.000. Lo mejor, sin embargo, es que este año me han hecho Salomon Field Tester, una comunidad de blogueros y corredores que prueban material de la que ya era mi marca preferida, y allí en Cavalls pude conocer a gente como Mauri, Eva o Edu. Son jóvenes y espectaculares como personas, apasionados del deporte y del trail, y que trasladan esa ilusión a lo que hacen. Eso y el orgullo de formar parte, aunque sea indirectamente, de Salomon es lo que me llevo de Bagà.

IMG_3667

La última carrera del calendario no la teníamos prevista, pero la vimos, nos cuadraba por fechas y era un escenario en el que nunca hemos corrido. La Ultratrail Collserola celebraba su primera edición, tenía un precio razonable, estaba al lado de casa y Sergi, Jesús y yo decidimos cerrar la temporada ahí. Las sensaciones fueron raras: me fui encontrando bien y mal, alternativamente; me perdí un buen trozo, cosa que no me suele pasar, pasé frío, llegué casi deshidratado a un avituallamiento, salimos un tanto rápidos… pero al final regulé un poco y acabé con buenas sensaciones. El tiempo era más o menos lo que me esperaba, 8h39′, y la posición, la 48, un indicativo que hay que ser humilde, tener claro que hay mucha gente buena y una motivación más para seguir entrenando y mejorar.

La verdad es que miro atrás y me parece increíble lo que he vivido en tan poco tiempo. Lo apasionante que es este deporte, tan aparentemente sencillo y en el que el sufrimiento y la alegría desbordada están separados por una línea muy fina. Un año en el que solo en carreras he hecho 650 kilómetros y unos 34.200 metros de desnivel positivo. No sé qué me deparará el 2014, pero espero que sea por lo menos tan positivo y lleno de experiencias como este 2013.

15998446

Análisis de la mochila Advanced Skin S-Lab Hydro 12 de Salomon

Cuando abrí la segunda y última remesa correspondiente al programa Field Tester de Salomon no pude evitar fruncir el ceño. Uno no puede estar triste cuando le envían un producto Salomon S-Lab, sea lo que sea, y menos una mochila Advanced Skin S-Lab Hydro de 12, pero el problema es que yo a principios de año ya me había comprado la misma mochila, pero sin el sistema de hidratación de los soft flask, para salidas largas y ultras como la del Ultratrail del Mont Blanc.

Captura de pantalla 2013-12-17 a les 7.28.36

Bueno, de todas maneras me tocaba probarla y me producía mucha curiosidad lo de los bidones frontales, ya que cada vez me estoy volviendo más reacio a llevar el camel en carreras: mucho peso, difícil de llenar… El problema de ir con bidones en el pecho es que también pesan lo suyo y, al ser duros, muchas veces rebotan un poco y acaban siendo incómodos. Bien, en este sentido debo decir que el método de la S-Lab Hydro es el mejor que he probado. Los soft flask de medio litro son muy largos, pero no pesan nada y, al ser blandos, no rebotan ni molestan. Cuesta un poco de meterlos en marcha, porque el bolsillo para llevarlos es ajustado, pero debe ser así para que no se muevan en exceso. Además, la mochila viene preparada para llevar camel, por lo que podemos salir tranquilamente a excursiones o entrenos largos con dos litros de agua. Si usáis el camel, recordad limpiarlo bien al principio para quitarle el gusto de plástico, que en los nuevos modelos de Salomon es bastante fuerte.

foto

Por lo demás, la mochila es visualmente muy parecida a las otras S-Lab, con los tejidos de secado rápido y la malla power elástica. Además, viene con una manta térmica y el silbato, dos elementos que suelen estar entre el material obligatorio de las ultras. También lleva un portador 4D para los bastones, aunque yo ya me acostumbré en el Ultratrail del Mont Blanc a llevarlos atados uno en cada lateral y me fue de coña, no me molestaron nada. El análisis de la mochila podría acabar aquí, sin embargo tiene pequeñas modificaciones de las que te vas dando cuenta con el uso y que me gustaría destacar. De hecho, esto es lo que más me alucina de los productos Salomon y, concretamente de los S-Lab: que como corredor a veces dices ‘sí, este producto es muy bueno y me va perfecto, pero hay un par de cositas que podrían estar mejor’. Y entonces, en la siguiente versión, estas dos cosas están mejoradas y tiene una tercera en la que ni tan siquiera habías reparado. En el caso de la Advanced Skin S-Lab Hydro de 12 la gran y definitiva mejora, a mi entender, son los bolsillos laterales. Tengo ya tres mochilas S-Lab y en la primera, comprada hace tres años, era imposible acceder a los bolsillitos laterales sin quitártela. En la segunda, más reciente y de 12 litros, forzando un poco llegaba. En ambas, la cremallera es horizontal y, en cambio, en este nueva mochila, la cremallera es vertical. El cambio es radical e importante, ya que ahora se puede acceder sin ningún tipo de problema a los geles, barritas o cualquier cosa que llevemos ahí en carrera. Además de ser muy cómodo, es importante para no perder tiempo ni tener que quitarse la mochila cuando corres, algo que me da mucha pereza a veces.

Captura de pantalla 2013-12-17 a les 7.45.21

En lo que concierne al ajuste, los chicos de Annecy han vuelto a tirar por en el Sensifit y en la web hablan del PACE o Progressive Athletic Comfort o Engineering. Vamos, que es muy cómoda. Los sistemas de cordado permiten ajustarla perfectamente al cuerpo de tal manera que no apriete, roce o rebote. Incluso en esto, y ya hablo de sensaciones, creo que mejora la que tengo. Siendo la misma talla, este modelo me queda más corto y no me llega a los riñones, con lo cual noto la espalda más libre y menos cargada. El espacio interior da la sensación de ser visualmente menor, al estar más compartimentado, pero con 12 litros te cabe de sobra material para hacer una excursión larga o para una ultra con mucho material obligatorio, como el Mont Blanc. De hecho, ésta me la he estado llevando a varias excursiones largas con raquetas de nieve y me ha ido de coña. Cómoda, ligera, no se mueve, no roza, fácil de poner y quitar…

1468753_10151757125841254_1362999808_n

La única pega de este producto es el precio: de entrada puede parecer desaforado pagar 170 euros por una mochila. Ahora bien, es una cuestión de prioridades. Cuando hice mi primera ultra llevaba una mochila ‘normal’ que me fue rebotando levemente y cuando acabé, después de 18 horas, tenía varias rozaduras muy dolorosas y un morado en los riñones producido por el repetido golpeteo. Al día siguiente me fui a comprar mi primera S-Lab y desde entonces no he cambiado. En la elección de las bambas o la ropa hay muchas alternativas y acepto todo tipo de discusiones, pero en mochilas no hay color. Los modelos S-Lab de Salomon son los más cómodos y prácticos. A partir de ahí, vale la pena gastarse ese dinero? Yo lo tengo claro.

El complicado proceso de inscripción a la Western States

Eran mis dos grandes sueños: el Ultratrail del Mont Blanc y la Western States, las carreras de las que había leído infinidad de historias épicas y que siempre he querido hacer. Una tuve la suerte de acabarla en agosto y la otra sí, mucha gente lo ha adivinado: estoy preinscrito para el sorteo de este sábado. No es la ultra más dura, pero sí la más antigua y prestigiosa de los Estados Unidos. Con un recorrido de 100 millas (unos 170 quilómetros), arranca a las cinco de la mañana en la estación de esquí de Squaw Valley y atraviesa las Rocky Mountains a través de senderos usados por indios y por los buscadores de oro hasta llegar a Auburn. Si lo logras en menos de 24 horas te dan una hebilla de plata y, en menos de 30, una de bronce. Esta es una de las muchas anécdotas de una carrera que empezó como una competición para caballos hasta que a mediados de los 70 a un tipo llamado Gordy Ainsleigh se le murió el animal y decidió hacerla a pie junto a los jinetes.

ws-buckle

La Western States es la carrera por excelencia de los Estados Unidos, el centro de los relatos de libros que me han inspirado muchísimo, como Ultramarathon, de Dean Karnazes, o Comer, correr, vivir, de Scott Jurek. Desde el primer momento tuve claro que quería hacer aquella carrera, pero soy consciente que mis posibilidades son mínimas, apenas un 6% y se trata más de un mecanismo para aumentarlas el año que viene, que para estar realmente este junio del 2014 en la salida. Y es que si participar en la Ultratrail del Mont Blanc ya es complicado, hacerlo en la Western es poco menos que una odisea.

WesternStates6

En primer lugar hay que completar una de las carreras clasificatorias de esta lista, la mayoría de las cuales son lógicamente en suelo estadounidense. Para la edición del 2014 era relativamente fácil de conseguir, ya que por ejemplo acabando la Transvulcania en menos de 12 horas ya podías inscribirte. Para el 2015, sin embargo, ha habido un cambio notable: la Western ha entrado en el Ultratrail World Tour, una organización promovida desde el Ultratrail del Mont Blanc y que claramente apuesta por las carreras esponzorizadas por North Face. Por ello, la única vía de clasificación en suelo español será acabar la Transgrancanaria en menos de 22 horas, mientras que en Francia puedes optar por la UTMB (siendo finisher), la TDS  (sub 22 horas) o la CCC (sub 16).

Una vez has abierto esta puerta, aún te queda lo peor: la lottery. Pese a ser la Western una carrera de fama mundial, las estrictas leyes norteamericanas hacen que el US Forest Service únicamente permita correr cada año exactamente a 369 corredores. Como siempre hay un tanto por ciento de bajas de última hora, los organizadores elevan la cifra a 400. De éstos, 130 dorsales están reservados a personas con una condición especial, como por ejemplo antiguos ganadores, los que finalizan en el top-10 cada año, corredores internacionales de renombre o algunos patrocinadores. Esto deja 270 plazas libres para el resto de ‘mortales’. El problema es que con el boom del trailrunning y la difusión de la carrera, los solicitantes han aumentado exponencialmente. Así, de los 583 que hubo en el año 2000, se pasó a los 1693 del 2010, los 2295 del año pasado y a los 2705 de este año.

Captura de pantalla 2013-12-03 a les 8.47.03

Como puede verse en la imagen, hay además un ‘tickets count’ o ciertas personas que tienen dos o más tickets en el sorteo. Esto se debe a que cada año consecutivo en el que entras en la lottery y no resultas elegido te dan un ticket, con lo cual aumentan tus opciones, pero ni mucho menos te aseguran la participación. Así, mientras una persona que tenga cinco tickets va a tener un 28% de posibilidades, yo voy a tener unas exiguas 6%. Ahora bien, para mi, haber superado este proceso, ya es un sueño, algo que veía muy lejano hace apenas dos años. Un ticket con mi nombre estará en el sorteo que tendrá lugar este sábado en la Placer High School de Auburn y que es un acontecimiento en los Estados Unidos. De hecho, los resultados se retransmiten en directo por internet, está abierto al público e incluso se da la circunstancia de la ‘one last chance’: cuando se acaba el sorteo se elige a uno de los corredores presentes que han completado su inscripción y que no han resultado elegidos. Una pena que me quede tan lejos de casa 🙂

Espectacular vídeo del récord del Cervino

En 1994 Bruno Brunod estableció un récord estratosférico: el ascenso y descenso al Cervino (4.815 metros) en 3h14′. Este verano Kilian Jornet lo rebajó en 22 minutos en lo que él mismo ha calificado como uno de los momentos más felices de su vida. A la espera que salga el vídeo oficial del Summits of my life, por la red corre este vídeo amateur de un alpinista en la subida/bajada del Refugio Carrel (3.825m). Brutal!