Hace unas semanas recibí mi segundo envío por parte de Salomon de los productos para Field Testers. Al abrir el paquete con la ilusión de un niño mis ojos se abrieron como platos. Wow! Una S-Lab Light Jacket! Se la había visto en infinidad de entrenos a Kilian Jornet y me apetecía muchísimo probarla y hacer un review.
La tendencia del trailrunning hacia el minimalismo está llevando a los fabricantes a crear líneas de ropa que sea superligera, pero que mantengan las prestaciones y comodidad de cualquier cortavientos ‘normal’. Esta chaqueta de Salomon se enmarca dentro de esta categoría y de la apuesta de la marca de Annecy por innovar y buscar productos de altas prestaciones dentro de la gamma S-Lab, en cuyo diseño participan directamente atletas de élite. Lo que más llama su atención es sin lugar a dudas su peso irrisorio, de apenas 70 gramos. Eso la hace ideal para meterla en cualquier sitio y tener un seguro de vida por si salimos y cae un poco de lluvia o bien prevemos que va a cambiar el tiempo, se nos va a hacer de noche… De hecho, su transportabilidad es alucinante, hasta el punto que cabe en una mano y yo la he llegado a llevar… metida en el bolsillo frontal de mis pantalones Twin Skin!
Muy bien, está claro que es ligera, pero qué tal va de prestaciones? Bueno, su comodidad es sorprendente. Te la pones y parece que no lleves nada, literalmente. El tallaje Active Fit a mi me va de coña y me queda perfecta, ni muy holgada ni estrecha, y visualmente me encanta. Como todo lo S-Lab lleva material reflectante en el pecho y en la espalda (muy importante), y realmente el tejido Climawind Pro se nota. Esta mezcla entre protección del viento y alta transpirabilidad es importante para una prenda destinada a ser una capa ligera y para climas no muy fríos. Pero cuidado, con mi ansia de estrenarla me la puse para correr varios días a las 5,30 de la mañana en los que la temperatura no era muy baja y acabé chorreando. Lo que vengo a decir es que engaña un poco, ya que aunque es ligera, protege muchísimo más de lo que parece y sirve perfectamente para climas algo más fríos. También la he probado un día de lluvia fina y ha pasado el test a la perfección. De hecho, Kilian Jornet la llevó en la Cavalls del Vent 2012, una de las más frías de la historia, en la que 700 de los 1.000 participantes se retiraron y fueron evacuados.
Las únicas contrapartidas que le veo es que no tenga capucha, algo que piden en el material obligatorio de muchas ultras y que si llevara, permitiría perfectamente usarla en carreras en las que no prevemos una climatología muy complicada. La otra, que no lleve un bolsillito, aunque ya sé que no es el concepto de prenda y quizás complicaría su diseño. Para mi, el modelo blanco es mucho más estético y bonito, aunque tiene la contrapartida que si sudas o se moja vas un poco en plan ‘miss camiseta mojada’, transparentando todo. Pero eso se soluciona cogiendo el negro 😉
A parte de eso, nada más. La S-Lab Light Jacket me parece una maravilla de diseño y de concepto. Una prenda minimalista, ligera y supertransportable, pero que ofrece prestaciones similares o incluso superiores a muchas chaquetas del mercado. Es idónea como complemento a una chaqueta más gruesa y para gente que, como yo, no vivimos en zonas extremadamente frías y no necesitamos ropa muy potente para nuestros entrenos. Ideal para llevar en cualquier sitio y fiable en condiciones ‘normales’. Un acierto seguro, aunque teniendo muy claro para qué sirve y cómo la vamos a usar.