Ultratrail Collserola: la última ‘batalla’ del año

La Ultratrail Collserola no estaba en mi calendario inicial del año. Cuando la vi, pensé que era una buena oportunidad para alargar la temporada hasta casi diciembre y tener una motivación dos meses después de la Cavalls del Vent. Era, también, una oportunidad para conocer una zona cercana, pero por la que nunca he corrido, con una distancia (la de 74 kilómetros), que tampoco era una locura y me permitía estar por la noche en casa, si no pasa nada raro. El hecho que los organizadores sean corredores, sumado a un precio muy razonable y que no hay mucha gente (entre 400 y 500 participantes) me hizo animar a probarla antes de que probablemente se masifique en ediciones venideras.

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Decir que me he entrenado para la UT Collserola sería mentir. Decir que no lo he hecho, también. Después de encadenar el Mont Blanc y la Cavalls en apenas tres semanas me vi obligado a bajar el ritmo por razones de sobrecarga y dolores en los pies, que afortunadamente han ido remitiendo. Las últimas semanas las he hecho fuertes, pese a estar casi fuera de temporada, porque me encontraba motivado y me apetecía, pero el precio a pagar fue que la última antes de la carrera aparecieron molestias en el tendón de aquiles derecho. Nada grave, pero sí doloroso y algo preocupante a una semana vista de la carrera. Así que en eso he estado esta semana, con cremas de calor y antiinflamatorios, con el riesgo gastrointestinal que eso supone. Por si fuera poco, el jueves empecé a notar síntomas de resfriado, pero la verdad es que lo llevo todo de manera positiva y con filosofía. ¿Cómo puede ser que la semana antes de una ultra salgan siempre cosas? ¿Es mental o ley de Murphy? Tampoco vale la pena agobiarse mucho. El sábado estaré en la línea de salida tratando de sobreponerme a todo y de disfrutar de la experiencia.

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La UT Collserola no me ilusiona especialmente, pero tengo ganas de correrla. Después de un año con experiencias tan intensas com Transvulcania, Cavalls del Vent o el Ultratrail del Mont Blanc, la de Barcelona puede parecer una prueba menor, pero nunca se le debe perder el respeto a una carrera de 74 kilómetros. Supongo que habrá mucha gente que se inicie en esta distancia y esto es muy bonito y le da un toque muy popular y épico, pero también hay algunos de los mejores corredores de Catalunya como Pau Bartoló, Jaume Folguera o Toti Bes. Creo que ahí estará el triunfo de la carrera larga, salvo alguna sorpresa de última hora o abandonos. En lo que respecta a mi, no me planteo mucho: sencillamente disfrutar de la experiencia y comprobar cómo he llegado al final de temporada. Si puedo quedar entre los 50 primeros sería genial, pero tampoco será a costa de volverme loco o arriesgar en exceso. Lo importante al final es disfrutar y cerrar una temporada que, en el aspecto personal, ha sido maravillosa, me ha ayudado a crecer y me ha reportado vivencias y momentos que recordaré siempre.